Mientras navegaba en internet me he topado una oferta tan buena que no parecía real, sin embargo decidí probar, se trataba de un promocionald e Kolors con motivo de su aniversario, donde ofrecían un descuento del noventa por ciento en todos sus boletos a cualquier destino, con un par de restricciones, se viajaba en un par de semanas y solo se podía hacer en martes y miércoles, pero la ventana para comprarlos era muy limitada.
Pues para estirar al máximo el cupón busque su ruta más larga, que en ese momento era la de México a Tuxtla Gutiérrez, así que procedí a comprar la ida en martes y el regreso el día siguiente, en miércoles; coloque el código promocional y sorpresa, me dio ambos boletos con el 90% de descuento, bastante bueno para ser real, aun así ya se había probado el punto y por el costo tan bajo ya daba igual se perdiera el viaje o si los usaba.
Pues llegado el día que elegimos al azar resulta que lo teníamos libre, así que darse la vuelta a Chiapas por un día y aprovechar ese viaje a precio increíblemente bajo.
El primer paso es trasladarse a Encuentro Oceanía, un centro comercial dominado por un Ikea que cuenta con un público muy variado, el cual se encuentra a diez pasos del metro Romero Rubio d ela línea B, aunque preferí llegar en un Uber desde el Palacio Legislativo de San Lázaro por menos de cincuenta pesos.
Después de una investigación determine que el punto donde se estacionan los autobuses que trabajan con Kolors es justo la banqueta frente al centro comercial, donde hay que esperar de pie tal como esperarías tu pesera a Ecatepec. Esto se confirmó con la presencia de un autobús blanco con una calcomanía de Kolors que ya estaba estacionado en ese punto. Coincidentemente el promotor de Kolors tambien movia pasajeros a una Sprinter de BlaBlaCar que estaba detrás del bus.
Un rato después pero mucho antes de la hora marcada en el boleto arribó un autobús azul de dos pisos pero muy pequeño, de Ejecutivos del Sureste, el cual de acuerdo al correo electrónico, era quien nos llevaría a Tuxtla Gutiérrez; en este punto el muchacho sin uniforme me pregunto si viajaba, pero no pidió el boleto solo le di el nombre y el lo valido en su dispositivo electrónico, así que solo me subí al autobús recordando que había adquirido un boleto en la planta baja, donde había asientos ejecutivos, nueve para ser exactos, algo que me pareció mucho para un salón tan pequeño. Pero que como ib a adelante no me preocupo por el momento; ya el regresos sería otro cantar ya que iba en la segunda fila de los individuales y se veía algo imposible entrar ahí con el asiento delantero reclinado.
El autobús era un Busscar DD, el cual no cuenta con ningún compartimiento para llevar el equipaje de mano, las opciones sond ebajo del asiento o hasta la parte trasera del salón de pasajeros, afortunadamente cuando se inicio el viaje no iba nadie a mi lado y ahí viajo mi mochila; pero el joven que iba delante d ela fila individual puso la suya en el suelo y reclinó de inmediato su asiento a todo lo que daba, con lo que me quedó bien claro que alguien viajando detrás de el sufriría y mucho; esto se confirmó en el tramo Puebla a Coatzacoalcos, donde una señora le dijo de cosas y opto por cambiarse de lugar.
Un detalle que se nota a un autobús apenas subes, es el olor, y hay empresas que invierten mucho en mantener el aire lo mas limpio posible para que esa primera impresión del pasajero sea memorable, desafortunadamente Ejecutivos del Sureste no cuenta con esa infraestructura y al ser dos baños en la parte baja los olores se trasmiten por todos lados, algo que se soluciono parcialmente en la parada de Puebla, quizá los hayan drenado, no lo se.
Una cosa curiosa es que a pesar del poco espacio para las piernas existen descansa piernas, que mas que aportar comodidad resultan ser bastante molestos, por el ángulo que tienen. Una vez superado esto esta el punto del aire acondicionado, el cual se fue en modo Polo Norte hasta Coatzacoalcos, por mi no vi mayor problema pero es inevitable recordar las decenas de comentarios que leo a diario quejando se de que en el sureste el aire acondicionado o no existe o lo llevan lo más frio posible.
Como el bus no se lleno pensé haría otras paradas en la ciudad para llevar sus pasajeros habituales; Ejecutivos del Sureste tiene su base en La Plaza de la Soledad; pero no lo hizo, se fue directo a la autopista, todo indica que esa unidad es de uso exclusivo para pasajeros que adquieren sus boletos con Kolors. Así que no para hasta la CP de Puebla, donde posiblemente cargo diesel y purgo los sanitarios, no lo sabemos ya que las ventanas del piso de abajo son bastante limitadas. Pero el aroma dio tregua a partir de ahí. Por cierto subieron más pasajeros pero no se llenó al cien por ciento; la siguiente parada hasta Coatzacoalcos.
De viajes en otras líneas ene sa ruta recuerdo que hacen paradas para que los pasajeros coman, pero en esta ocasión eso no aplico, sis e detuvo pero quizá para cambio de conductor y que ellos comieran pero no abrieron la puerta de pasajeros. En el Busscar DD los operadores estan completamente aislados y tienen sus propias puertas.
Así que a las tres de la mañana nos pudimos bajar una hora en Coatzacoalcos, esto porque intuyo llego temprano y había pasajeros para abordar, por lo que una chica uniformada de Kolors nos comento que podíamos bajar a estirar las piernas. En este punto, Plaza Norte de Coatzacoalcos, tienen un local que funciona como sala de espera, con bancas acolchadas, enchufes eléctricos, baño sin costo y venta de algunas viandas; todo con aire acondicionado. Los enchufes se agradecen mucho ya que el autobús solo ofrece punto de carga con puerto USB, y solo llevaba mi cargador con cable tipo C.
Pues de Coatzacoalcos a Tuxtla Gutiérrez también fue directo y lleno partió el autobús, aunque seguí sin acompañante. Aun así me di tiempo de indagar un poco, resulta que los demás pasajeros comentan que ellos han adquirido bastante baratos sus boletos por anticiparse, llegando a pagar trescientos pesos por el tramo Tuxtla Coatzacoalcos. Otros comentaron que era su primer viaje con Kolors y estaban sorprendidos con el precio por lo que toleraban las incomodidades.
En este punto note que ya no estábamos en el polo norte, de hecho se sentía un poco de calor y el ruido del aire acondicionado había disminuido, y el olor quizá ya me había acostumbrado. Y hay cosas que resaltar , todo el camino tuvimos servicio de internet sin restricciones mas allá de las zonas sin señal, los dos sanitarios estaban completamente avituallados, bueno tenían jabón, agua y papel higiénico; ya las toallas para las manos era pedir mucho.
La llegada justo a tiempo al estacionamiento del Hotel Quinta Chiapas, sin mayor novedad.
La verdad Kolors es un servicio que da un poco más de lo que pagas y en mi caso dieron mucho más de lo que esperaba; es obvio que al ser un servicio tan barato lo tienen que compensar metiendo el máximo de asientos posibles, uno como pasajero está consciente de que no será cómodo el traslado y eso se ve en que no hay quejas de los otros pasajeros.
Si sabes elegir tus asientos y quedarte hasta adelante sin duda Kolors es una excelente opción para que ahorres en tus traslados.