La Ciudad de México es un lugar donde se tejen muchas historias, en cuanto al tema del transporte público casi siempre son malas, ya que el gobierno no le interesa brindar u obligar a que se de un transporte dignó; por lo que es muy extraño leer o escuchar historias positivas donde destaca la empatía hacia los semejantes.
En Ciudad de México el transporte público tiene un gran horario de operaciones, de cinco de la mañana hasta pasada la medianoche y en algunas rutas incluso nunca para, aunque la frecuencia de servicio si es prolongada. Sin embargo no siempre es suficiente, ya que en la ciudad se recorren grandes distancias a centros d etrabajo y educativos, y en ocasiones las salidas tarde provocan que queden ciudadanos varados a medio camino, teniendo que esperar horas ya que pagar un taxi es prohibitivo por los precios.
La situación se complica aun más si es temporada de lluvias, momento en que muchos choferes aprovechan para incrementar sus tarifas al grito de es lo que hay y si no vayan caminando. En este contexto es extremadamente raro ver buenas acciones y es algo que realmente se merece ser destacado.
El usuario Mark A Vill, relato un momento del que poco se sabe pero que sin duda debería de ser más frecuente, relata que por tema d etrabajao le gano el tiempo y quedo varado en el cruce de Miramontes, División del Norte y Përiferico, punto conocido como la Glorieta de Vaqueritos, por el equipo de Futbol Americano que practica en la zona; alrededor de la una y media de la mañana y sin muchas esperanzas bajo la lluvia esperaba pacientemente, cuando apareció una unidad del corredor Tasqueña Centro Galena, quien ofreció el transporte que pocos aceptaron, pero quienes lo hicieron ahora tienen una experiencia muy satisfactoria que contar. El operador cobro la tarifa normal y fue más allá de su deber al trasladar lo mas cerca posible de sus destinos a los pasajeros, aun extendiendo su ruta.
Un operador que hace que recuperemos la fe en el transporte público sin duda.
