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Viajando en ETN

 



Para viajar al Puerto de Acapulco existen diferentes opciones, con servicios que van del económico al lujo, donde la elección en estos tiempos tiene que estar cimentada más en el aspecto económico que en la comodidad, pero aun así verificamos los precios de todas las opciones disponibles y para nuestra sorpresa la más barata es ETN saliendo a la una de la mañana, increible ya que se trata de un servicio de lujo que se anuncia con autobuses nuevos de dos pisos. 



Lo mejor de todo es que una vez procesado el boleto, se ingresa la cuenta de Doters, y aplica un descuento adicional, con lo que queda en unos 430 pesos por un viaje de cinco horas en el asiento 1 de un ETN de dos pisos; ahorramos más del cincuenta por ciento; lo malo es el horario, pero llegando a las seis de la mañana tendremos más margen de visitar las diferentes oficinas gubernamentales. Aún mejor, nos dio más puntos Doters por la compra.


Pues pasando la medianoche llegamos a la Central de Autobuses del Sur de la Ciudad de México, localizada justo a un lado de la estación Taxqueña del Metro, la sala de ETN es la que esta a un lado de la de Estrella Blanca, donde nadie nos pide el boleto para ingresar a la zona exclusiva, que cuenta con numerosos puntos de carga del teléfono y laptops, además de wifi sin costo y sanitario gratis.  En la pared en una gran pantalla podemos ver un episodio de 911. Hay numerosas sillas azules para esperar cómodamente y algunos sillones. Los sanitarios son sin costo, lo que implica que no tienen papel ni mucha higiene, pero para una emergencia sirven, y un buen viajero sabe que siempre debe de tener a la mano un rollo de regio, jabón líquido y su propio gel. Los sillones tienen algo de migajas, quizá alguien distraído que andaba comiendo pastes a esas horas nocturnas. Lo mejor es que hay vista a los andenes, donde se pueden apreciar autobuses de ETN, Turistar, Futura y Costa Line.


A las 00:45 bajamos al anden a preguntar, un amable empleado nos señala un Volvo 9800DD como el autobús asignado, pero que en breve nos permite abordar; un par de minutos después entrega un agua y audífonos de cortesía para que se inicie la entrada d epasajeros al moderno autobús.


Lo primero que se ve al entrar son los sanitarios, a la derecha una empinada escalera en donde hay que tener mucho cuidado, una vez arriba se observan amplios sillones con un logo en tela blanca de Costa Line, pero el pasillo entre ellos es algo angosto, son bastante anchos de la parte superior.


No hay donde colocar la mochila con la laptop, no existen portaequipajes para los tres primeros asientos, hay que ingeniarselas y tener fe, se colocan detrás del asiento tres en el suelo.


Lo siguiente que se nota es el poco espacio con el limite del autobús, quizá porque medimos 1.75 cm en promedio, pero a ninguno de los tres nos parece un espacio adecuado, cosa que empeora al bajar el reposapiernas; pero lo bueno es que la pantalla se puede ajustar en su altura, sin embargo no tiene puertos USB de carga, estan debajo del asiento y difícil no fue enchufar el teléfono.


Como mencionamos los sanitarios estan abajo, son pequeños, justos solo para emergencias con el equipamiento básico de papel y jabón. Solo uno de nosotros los uso un par de veces.


La salida fue puntual, el operador a través del sistema de audio del autobús nos da la bienvenida y dice que tardaremos seis horas porque puede haber obras de mantenimiento en el camino, explica las amenidades del autobús y hace énfasis en el uso del cinturón de seguridad. El manejo se siente bien, aunque la unidad tiende a tener un ligero bamboleo lateral, quizá por ser de dos pisos


la selección de películas en la pantalla Actia es buena, pero a la una de la mañana no parece buena idea, mas si se llega a las seis a trabajar al puerto.


El problema fue cuando gano el sueño, por lo que se reclina el asiento y baja el descansapiernas, pero ahí hubo dos problemas, el ángulo del posapiernas no encajaba bien con el borde del asiento, por lo que no hay una continuidad y en realidad se vuelve incomodo para los muslos; y el segundo problema es el diseño del respaldo, que no es nada cómodo y menos reclinado, no hay forma de dormir ya que la cabeza tiende a estar muy baja, es necesario haber llevado una almohada, así que la solución es reclinarlo menos y no usar el posapiernas; aun así el dormir es muy complicado.


El viaje fue completamente directo, sin paradas intermedias, algo muy bueno, de hecho llegamos antes de las seis de la mañana, alrededor de las cinco y media, por lo que esperamos un rato en la sala de la terminal Papagayo, donde el baño cuesta siete pesos y solo hay un inodoro con bajo mantenimiento y gran fila de personas esperando.


En conclusión si consideramos el dinero gastado lo que se recibió fue muy bueno, un autobús limpio y amplio con viaje directo y seguro, hay cinturón de tres puntos; pero si hubiéramos pagado completo el precio no seria tan bueno por las molestias del descansapiernas, el respaldo y poco espacio. La recomendación es que aproveche los descuentos de compra anticipada y no escoja los asientos 1,2 o 3.












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