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Porque no existen autobuses foráneos 100% mexicanos









En México el transporte de pasajeros por carretera es una actividad muy rentable, solo uno de cada veinte viajes son en avión; lo que permite que las empresas de ómnibus se hayan convertido en un referente tecnológico y de confort a nivel mundial.

Las mejores líneas de autobuses de México mantienen sus flotas siempre jóvenes a través de programas de mejora continua que van incorporando frecuentemente las unidades mas modernas disponibles en el país. Las mejores armadoras estan presentes con fabricas en territorio nacional para poder abastecer la demanda de vehículos, de ellas la favorita es Volvo, tanto en chasis como en carrocería,; seguidos muy de cerca por Irizar, la armadora española líder en carrozar autobuses foráneos en México, y la tercera participante es la brasileña Marcopolo que también es exclusivamente de carrocerías. En cuanto a plataformas además de Volvo, en México estan disponibles las empresas de VW, Scania y Man; además de la alemana Mercedes Benz Autobuses.

Pero no existen empresas cien por ciento mexicanas que se dediquen a la fabricación de autobuses foráneos integrales, hay carroceras que producen productos para ser montados en las plataformas disponibles, como Ayco y Beccar, pero ambas son más de modelos urbanos, sus foráneos son de la clase ligera, propios para las líneas regionales.

El foráneo para líneas de lujo y primera clase actualmente no es diseñado en México, la única fabrica que pudo haberlo creado actualmente solo de enfoca en urbanos, DINA. Sin embargo hay quienes piensan que son ellos quienes tienen la responsabilidad de sacar pecho por la industria mexicana, con base en su exitosa historia en el siglo pasado.

Esta historia esta sustentada solo en un modelo de autobús, el Dina Olímpico, copia fiel del Flxible de Estados Unidos, producido en la planta de Cd Sahagún desde 1967 como una forma de cumplir con la ley que en ese entonces obligaba a las empresas transportistas a consumir productos mayormente fabricados en México. Dina fue una empresa mexicana con mucho apoyo gubernamental con el objetivo de desarrollar productos de alta calidad que transportaran a los pasajeros con comodidad.

Dina se mantuvo como líder de ventas de autobuses foráneos en México de 1968 hasta principios de los noventa, lo logro con el mismo producto, el cual mantuvo prácticamente sin cambios durante toda esta temporada, construyendo el chasis y la carrocería, pero incorporando un motor y trasmisión de origen estadounidense. Su gran error fue no crear un área de investigación y desarrollo que les permitiera ir mejorando su producto a la par de las armadoras internacionales.

Con el tratado de libre comercio llego la apertura para las armadoras, lo que significo el fin de Dina como la conocíamos; los transportistas hicieron fila en Mercedes Benz para actualizar sus flotas; ni siquiera la tardía actualización del Olímpico al Avante les valió algunas ventas relevantes.

La fabrica de Dina cerro. 

Muchos años después un empresario que buscaba iniciar una armadora de minibuses fue convencido de quedarse con la fabrica abandonada de Sahagún, con todo y marca incluida; la nueva Dina fue recibida con entusiasmo por los veteranos pilotos ahora jubilados, pero con recelo de parte de los profesionales actuales, los cuales pronto continuaron con sus compras a Scania y Volvo; ya que Dina solo empezó a vender urbanos. 

 Diseñaron el Buller, que era una carrocería para ser montada en una plataforma Scania, a pesar de la expectación que creo, sus ventas fueron solo de sus prototipos, no logro convencer de sus virtudes a los grandes clientes, ni a los pequeños. Y hasta ahí llego la aventura de Dina en los foráneos.

Al día de hoy en México lo que vemos en todos los grupos transportistas de líneas de lujo, ejecutivas y primera clase, son los modelos de la española Irizar y los autobuses de la sueca Volvo; algunas operan con los brasileños Marcopolo y Busscar.

No hay armadoras mexicanas de autobuses foráneos cien por ciento nacionales, quizá debido a algunos de los siguientes factores:

- Es muy costoso desarrollar una carrocería eficiente

- Es muy costoso montar una línea de producción

- Es altamente complicado convencer a los clientes de un producto nuevo

- Los precios de los productos Chinos hacen que no sea viable una fabrica nacional


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