Los resultados de las aerolíneas mexicanas de corte regional actuales, caso por ejemplo de Aeromar, y por ahí Calafia y TAR, lo dicen todo: ¡básicamente tinta roja en sus estados financieros!
En los inicios del 2023 en México la industria de autotransporte federal de pasajeros es ejemplo de modernidad, confort y seguridad, la mayoría de las unidades que circulan no pasan de diez años de antigüedad y ofrecen una gran cantidad de amenidades a sus pasajeros, que van desde los viajes sin escalas con asientos ergonómicos hasta el rastreo satelital de las unidades.
Para los Millennial y generaciones posteriores la experiencia de viajar en el "camión" es algo totalmente distinto a la que conocieron los Generación X y sus padres, como mencionamos en la actualidad las empresas compiten por quien ofrece la mejor experiencia de viaje, mientras que de los 60 a los 90 competían por ver quien era más rentable, sin interesar mucho como se conseguía llegar a esos números.
La aventura de viajar en camión podía incluir de todo menos comodidad, asientos básicos que en el mejor de los casos podían reclinarse un centímetro, escuchar todo el camino el ruido completo del motor y en general todo lo que lo caracterizaba era la mala calidad del servicio, al punto de que viajar en camión era sinónimo de tortura y pobreza.
En esas épocas las clases medias altas y altas solo viajaban en avión o en sus propios autos, era impensable verlos de forma cotidiana en las terminales camioneras. Aun cuando viajar en avión tampoco era sinónimo de confort y lujo, pero al menos se llegaba mucho más rápido, ya que los autobuses de esa época tenían hora de salida pero no de llegada, la aventura era segura.
Antes de que la red carretera mexicana pudiese presumir algunos de los mejores productos de autotransporte de pasajeros del mundo, sus usuarios tuvieron que padecer servicios que se caracterizaban por su mala calidad, pero en especial la inseguridad con la que operaban, no en balde se dice, medio en tono en broma, que en las camioneras de los años 70 se les decía a los favorecedores “que no les prometían un viaje placentero, pero sin duda unas horas de intensas emociones” o “primero muertos que tarde”.
En los noventa la situación cambio de la mano de la apertura económica y la llegada de verdaderos autobuses con suspensiones especiales, aislamientos de ruido y salones de pasajeros mejor diseñados, esto contribuyo a mejorar mucho la experiencia de viaje pero no lo suficiente para cautivar a ciertos niveles socioeconómicos; pero las empresas se pusieron las pilas analizando las necesidades de sus clientes y actuando en consecuencia, líneas como Flecha Amarilla se arriesgaron a crear un servicio de primera clase con características especiales pensadas para captar a los pasajeros mas exigentes, haciendo que dejen el avión para preferir un trato de rey por carretera; de esta forma inicio operaciones Primera Plus y un día después ETN. En el sureste ADO realizó lo propio con la creación de UNO, Maya de Oro, Cristóbal Colon plus y posteriormente ADO GL.
Estos servicios de clase superior se colocaron en la preferencia de los pasajeros de forma rápida, demostrando que el camino para la rentabilidad estaba en consentir al pasajero, poco a poco ambas empresas fueron mejorando sus productos hasta lo que conocemos hoy en día como las mejores líneas de México.
Entrado ya el nuevo milenio el modelo ya estaba comprobado por lo que se extendió a otras líneas que vieron nacer sus versiones Plus, ejecutivas y de lujo.
Este crecimiento del autotransporte federal de pasajeros tuvo sus victimas, las aerolíneas regionales, que cobraban muy caros sus servicios, vieron disminuir su demanda y muchas de ellas desaparecieron, otras se reinventaron como líneas low cost que solo atienden rutas largas donde al autobús le toma más de 8 horas en llegar; es cierto que existen ofertas de vuelos en distancias cortas, pero son poco demandados por su alto costo y que a pesar de la velocidad del trayecto las esperas de abordaje lo hacen similar a viajar en el camión.
La otra gran victima del desarrollo de los autobuses es el tren de pasajeros, en un país como México que esta lleno de montañas, las distancias en tren son mucho mayores que en las modernas autopistas, el último gran tren de pasajeros fue el Monterrey México en una línea electrificada, gran esperanza se tenia en el al momento de su apertura pero poco o nada pudo hacer ante la competencia.
Así es como llegaron los camiones a apoderarse de mas del 93% de los viajes de los mexicanos, ofreciendo cada día una mejor experiencia de viaje en sus distintos tipos de servicios, cada uno enfocado en un segmento socioeconómico y tipo de traslado requerido.
Líneas de lujo, las que tienen el más alto estándar de calidad y comodidad a sus pasajeros, con asientos tipo reposte y sistema de entretenimiento individuales.
Líneas ejecutivas; las que ofrecen algo más que la primera clase, esto es en general mas espacio para las piernas, asientos ergonómicos, doble sanitario y sistemas de entretenimiento individual.
Líneas de Primera Clase, las que ofrecen traslados directos de terminal a terminal con asientos cómodos, sanitario, aire acondicionado y solo llevan personas sentadas.
Líneas económicas, las herederas directas de la era de los 60, 70 y 80; ofrecen esencialmente el traslado entre dos puntos sin muchas amenidades extras, pero dentro de esta clasificación hay de todo tipo de servicios, Coordinados por ejemplo ofrece autobuses modernos con dos sanitarios, asientos confortables y pantallas de alta definición.