Un servicio básico de las centrales de autobuses es ofrecer acceso a taxis seguros para sus usuarios, este debe de ser un servicio de alta calidad con automóviles nuevos y cómodos ya que las tarifas son mucho más altas que el de los taxis libres. Pero en la realidad las cosas son muy distintas.
Experiencia con los taxis autorizados de la Central de Autobuses Poniente de la Ciudad de México.
Tras una larga caminata la señora Otilia de 78 años al fin logro recorrer la distancia desde el autobús Caminante a la taquilla de taxi Seguro de la Central poniente, a pesar de que sabe usar la aplicación de Didi y sabe que es más barata, prefiere pagar mucho mas en la taquilla, ya que le ahorra estar en la peligrosa venida frente a la terminal. Posterior a su pago se dirige a la gran fila de espera, pero avanza rápido, cuando al fin le toca su turno alguien pretende que le de dinero solo por abrirle la puerta del vehículo, pero ella ya se sabe que esa estafa es la más común de las terminales, gente que exige dinero por no hacer nada, o exige demasiado por arrastrar el equipaje cinco metros, así que no le da nada y sube al taxi, a pesar de que se indigna el estafador.
Pero apenas venia lo peor, el conductor le dice ¿no le molesta si llevamos más gente? y claro como la señora ya se la sabe le contesta "CLARO que me molesta, yo pague un servicio de taxi no de colectivo" y el operador como buen abusivo se enoja de inmediato y va todo el camino despotricando. Al parecer no sabe de que se trata un servicio de taxi seguro. Sin embargo no logra intimidar a nadie, la señora le recuerda que s ele esta pagando por sus servicios y que no es nada barato, así que se dedique a manejar callado.
Obvio el regreso lo realiza en un Didi , que si bien también tiene choferes mal educados al menos van callados y no pretenden hacer servicios colectivos. Y los autos en su mayoría son de modelo aceptable.
Sin embargo esto no es un caso aislado, en las cuatro grandes terminales de la Ciudad de México se cuenta la misma historia por centenas, en especial los maleteros, despachadores y conductores tratan de estafar a personas mayores y visitantes a la ciudad, el modus operandi es el mismo, te esperan que pagues en la taquilla de taxi seguro y de inmediato te arrebatan el boleto para acompañar al pasajero 20 o 30 metros a esperar el taxi y por eso pretenden obtener propina, de ahí viene el despachador que como ya dijimos estira la mano y los choferes intentando hacer viajes colectivos. Lo que deja claro que el servicio no es nada seguro.
Esto no es un mal nuevo, es algo de toda la vida en las centrales de autobuses y ha generado algo aun peor, la existencia de taxistas piratas en las salidas, que son aun peores, con engaños enganchan a los pasajeros, en especial a los que no conocen la ciudad, para cobrarles tarifas absurdas y exorbitantes como de $1,500.00 de la TAPO a la Central del Norte.
En conclusión si necesita transportarse desde una central de autobuses mejor hágalo en el metro y si el taxi es muy necesario es mejor usar la aplicaciones Uber o Didi, en TAPO y la del Norte hay incluso areas para abordarlos, en TAPO en la bahía del valet parking saliendo por el túnel 2; en la del norte frente a la sala 8 y 9. En la del sur si implica caminar hasta la calzada taxqueña y donde si esta feo es en la del poniente, en observatorio, ya que la terminal esta rodeada de vendedores ambulantes.