En Guadalajara organizamos un evento de aficionados a las escalas de autobuses en las inmediaciones de la Central de Autobuses; por lo que por comodidad decidimos quedarnos en el Hotel parador Central; tiene un gran estacionamiento, alberca y cientos de habitaciones, por lo que se espera que el servicio no sean tan malo e incluso tenga algo de calidad. Al ser cuatro personas, entre ellos un importante directivo, solicitamos dos habitaciones, pero la recepcionista menciono que tenia una comunicada que son dos habitaciones con dos sanitarios y cuatro camas, sonaba super bien y el precio estaba en un rango promedio, 1200 la noche. Así que realizamos el pago con una tarjeta y procedimos a descansar, ya que llegamos alrededor de las once de la noche y el evento lo iniciábamos a las 9 del siguiente día.
Apenas dejamos la recepción empezamos a sospechar que algo no iba bien, ya que los pasillos se volvieron lúgubres, largos y mal iluminados, lo que presagiaba algo no tan bueno; y así fue, las habitaciones no le pedían nada a las crujías de la cárcel, se trataba de bases de cemento con algo similar a un colchón arriba, paredes en un horrible color amarillo con manchas sospechosas; una TV de esas gordas, pequeñas y con mala recepción; pero lo peor era el único baño para las dos habitaciones y sus deplorables instalaciones.
La sorpresa paso a ser decepción y se transformo en enojo profundo cuando en recepción simplemente dijeron que no harían reembolso, que no nos iban a dar otra habitación y que ellos no podían hacer nada al respecto; de nada sirvió tanta queja, y comentarios; prácticamente nis dieron las doce en el proceso y no se molestaron en siquiera cumplir lo que prometieron de dos habitaciones conectadas con dos baños.
Quedarse en ese hotel fue la peor idea que se nos pudo haber ocurrido cuya única ventaja fue la cercanía con el evento.