Después de viajar por medio país le llego el momento de volver a la oficina, y como fue tan grande su colaboración en esta edición le fue concedido el honor más grande, viajar en ETN desde Monterrey a la CDMX.
La emoción en su pecho le inundo cada uno de los ocho minutos que duro la compra del boleto, cada paso que con extremo cuidado hacían en taquilla lo acercaba más a un viaje en la línea más cómoda.
Una vez en anden veía el desfile de unidades de ETN ¿como saber cual seria la buena? Un Ayats, un Volvo o un Marcopolo? que emoción.
Lo mejor fue que toco un G7 Plus, nuevecito, de estreno, genial!!!
Interesante que en ETN han decidido que mas pasajeros puedan disfrutar al mismo tiempo de su servicio, 30 butacas en un autobús de quince metros de largo, que además tiene dos baños.
Solo quince pasajeros salieron de viaje esa noche, nadie abordo en la escala en San Luis Potosí, así que se distribuyeron estrategicamente en la unidad para que nadie sufriera innecesariamente.
Un viaje muy cómodo de varias horas en un bus nuevo, genial. Pero el decidió primero ir a dormir a casa y ya después presentarse en la oficina.
