Sígueme en Blogger Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en Twitter Sígueme en Youtube Sígueme en Telegram Sígueme en Tik Tok

Viajando en Futura






Experiencia y foto de ‎Ingrid Denisse 


Muy contenta después de pasar unos días en Acapulco fui a la moderna Central de Papagayo, me gusta mucho esa terminal porque esta renovada e iluminada y ademas solo de ahí salen los autobuses directos a Queretaro, lo que me permite ahorrarme el bajar en México y cambiar a otro autobús.

Pues bien, en taquilla una chica muy amable, guapa y sonriente me vendió el boleto para el servicio Select, comentando que era directo hasta la Terminal de Queretaro; eso me causo mucha alegría a pesar del precio de mil cuarenta y nueve pesos.

La sala de espera muy bonita, llena de luz, anunciaron mi salida a la hora indicada, las 15:00; al abordar me dieron una bolsita con un sandwich, un jugo frió y audífonos. Hasta ahí todo maravilloso.

El detalle fue que el conductor, una persona muy amable por cierto, hacia muchas paradas en el camino, unas veces para comprar algo de comer, otras la verdad no supe porque tienen una mampara que no deja ver a los pasajeros que hace el conductor. Pero lo que si me percate fue que en una de esas escalas no programadas subió a unas personas, creo en Chilapncingo, y entre los que subieron se incluyo a una vendedora de chicharrones, la cual obviamente solo subió a hacer negocio, en lo personal no me gustan esas grasas así que no le compre.

El autobús efectivamente tal como me lo comento la atractiva chica de taquilla no paro en la CDMX, de hecho no pasamos ni cerca de ella, todo el tiempo solo vi arboles, pueblos pasar y muchas curvas.

Nueve horas nos tomo el camino, que haciendo cuentas es casi lo mismo que si hubiera pasado a la capital sin trafico, ya que de Acapulco a la Central del Sur son seis horas, y si hubiera encontrado uno inmediatamente hubieran sido otras tres horas y media a Queretaro, como les digo, eso sin contar con el tráfico.

El pero se lo pongo al baño, son dos sanitarios, íbamos de pasajeros puras mujeres y un niño, así que no entiendo como estaban ya tan sucios cuando íbamos dando vueltas en la montaña.

El autobús fue uno de color blanco con asientos de piel.
Sígueme en Blogger Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en Twitter Sígueme en Youtube