¿Cual es la diferencia entre viajar en un Dina Olímpico y el Irizar i8?
¿El cual se iría usted de México a Puerto Vallarta?
Sin duda los nostálgicos corrieron por su boleto en el Dina, y los más prácticos se formaron para el i8.
Veamos como sera cada viaje:
En el Dina Olimpico
El autobús esta equipado con sanitario, asientos pequeños en piel, ventanillas que se abren y cajuelas pequeñas. El acceso es por la única puerta delantera donde admiramos el enorme volante recubierto de madera, la palanca al piso y los instrumentos analógicos. El salón de pasajeros empieza inmediatamente junto al operador, hay espacio para maletas de mano sobre las butacas, pero es un poco pequeño, son un par de rejillas, hay que tener cuidado con lo que se pone en esa zona.
Los asientos son forrados en piel, es la única comodidad que se le ha añadido, todo lo demás es como viajar en los 70, la máxima diversión consiste en observar el paisaje, abrir la ventana de vez en cuando y luego ir cantando con todos los pasajeros.
El sonido del motor al principio puede parecer algo molesto, pero con el paso de las horas se vuelve algo normal tener vibrando los oídos; es fundamental pedir al operador algunas escalas para ir al baño, comer y dejar de escuchar el motor. Las paradas para el baño son continuas a pesar de tenerlo abordo, la razón es que es de poca capacidad y los aromas se comparten hasta con el conductor, razón por la cual todos de común acuerdo decidieron no darle uso en el viaje.
Los asientos de piel son algo angostos para ciertas personas y la distancia entre las filas tampoco es la ideal para la mayoría, pero después de un par de horas ya se sufre por la casi nula reclinación de los asientos.
En Guadalajara todos los ocupantes del Dina siguen convencidos de que el viaje ah sido fantástico, minimizan las incomodidades y elogian la calidad de la maquina que los lleva (nadie les dijo que ya es el tercer motor que le ponen al autobús desde los 70)
En Puerto Vallarta todos llegan visiblemente fatigados, algunos mareados y otros con dolores de espalda; un par traían algodones en los oídos. Su tema de conversación es sobre el azul del mar.
En el Irizar i8:
Los que eligieron el Irizar i8 tuvieron a su disposición enormes cajuelas para todo lo que quisieron llevar, una amplia puerta para abordar la unidad y mucho espacio interior. El puesto de conducción del operador es muy amplio y esta lleno de botones e indicadores digitales; hay un aparato para el aire acondicionado, otro par el control del streaming a las pantallas individuales, uno más para el control del audio, que se puede elegir donde se reproduce, si en el salón de pasajeros o solo en la cabina de conducción.
El operador tiene a su disposición otra butaca para su acompañante.
El salón de pasajeros esta aislado con dos mamparas, tanto del operador como de los dos sanitarios en la parte trasera. Los portaequipajes son amplios y tienen tapa para evitar que algo se caiga. Cada butaca esta forrada en microfibra de tela.
Cada pasajero tiene en su asiento las siguientes amenidades: Pantalla individual, sistema de audio individual, portavasos, cabecera ajustable, descansapiernas, cinturón de seguridad, luz led de lectura, cortina, persiana para el sol, descansabrazos, almohadas, audífonos y una mesa auxiliar para poner el lunch.
Los dos sanitarios son de tecnología de punta, evitan la filtración de olores al salón de pasajeros y tienen alta capacidad para líquidos e incluso sólidos.
Los pasajeros del Irizar i8 prácticamente no sienten el pasar del tiempo, no hay ruidos del motor en el interior y la suspensión los va consistiendo todo el camino; no entienden que sus compañeros del Dina estén parando a cada rato, pero sin duda aprovechan para comer con ellos.
En Puerto Vallarta lucen muy descansados y con toda la pila para tomar fotos y vídeos de todo.