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El Autobús Fantasma



Cuenta la leyenda que en una peligrosa carretera entre montañas un autobús sufrió un accidente muriendo todas las personas que en él viajaban. Desde entonces dicho autobús circula de noche y aquel osado que atreva a montarse en él…


De la ciudad de Durango al Puerto de Mazatlan, anteriormente era obligado transitar por una carretera bastante sinuosa y peligrosa, pues bordea un precipicio sumamente profundo casi vertical y de roca sólida.  El Espinaso del Diablo es famosa a nivel mundial. Actualmente existe una autopista, la cual tiene sus propias leyendas durante su construcción.

Un día de tantos un autobús partió de Durango con rumbo a Mazatlan. El viaje era de lo más normal aunque circulaba por la noche, muchos de los pasajeros habían hecho ese viaje varias veces así que aprovechaban para dormir.

El autobús inició el viaje lleno, subió por la cuesta sin problemas cuando comenzó a llover, como tantas veces en esa parte del camino, entonces alcanzó el punto más alto y luego inició el descenso e iniciaron las famosas curvas del Espinazo, un tramo de carretera, en el cual las curvas son sumamente cerradas y peligrosas, aun los operadores más experimentados tienen serias dificultades en estos tramos.

El autobús en cuestión inició su descenso, con lluvia intensa, lo que obviamente hace el pavimento sumamente resbaloso. De repente los pasajeros se percatan de que el autobús está ganando velocidad y se asustan, reclamando al conductor, quien no dice nada en absoluto, entonces sumamente nervioso al fin atina a decir:

¡¡¡Están fallando los frenos!!!

En poco tiempo el autobús toma tanta velocidad que es imposible controlarlo y en una curva el autobús se precipita al vacío, muchos mueren instantáneamente a causa del golpe, otros yacen inconscientes, hasta que el autobús se incendia y en poco tiempo es consumido por las llamas. Nadie escuchó los gritos de los pocos pasajeros que pedían ayuda y todos mueren de una forma horrible.

Mientras tanto en las oficinas de la central de autobuses no reciben el reporte de que el autobús número 6011 haya llegado, está demasiado atrasado y era el último de la noche de modo que si se averió, no habrá otro que lo alcance y pueda traer a los pasajeros, de forma heroica Don José toma su vehículo y se adentra en la sierra lluviosa para investigar que sucedió. No parece haber rastro de él en todo el trayecto,hasta que localiza a unos amigos de la Federal de Caminos, quienes le dicen que en ese punto justo hasta el fondo del precipicio esta el autobús, todos tratan de bajar pero es demasiado complicado, en esa época no se contaba con las ayudas actuales; por la mañana poco a poco se va descubriendo el tamaño de la tragedia, los 44 pasajeros y el conductor han muerto de forma terrible.

Sólo fue noticia por poco tiempo, pero a partir de esa fecha y por las noches si te encuentras en el Espinazo del Diablo e intentas subir a un autobús, es posible que sea el número 6011 el que se pare y te abra la puerta. Al abordarlo notarás que es un autobús antiguo, pero en buenas condiciones, y como algunas líneas de autobuses usan vehículos no tan nuevos, no te importará mucho, pero entonces te percatarás de que aún cuando va lleno, con personas de pie, hay siempre un lugar vacío, o dos o tres, siempre de acuerdo con el número de personas que se acaben de subir. Nadie ocupa esos asientos así que te sientas aún cuando te parece raro, y sientes un vacío en el estómago. Te percatas de que a pesar de la hora nadie va dormido, mujeres hombres y niños van despiertos, pero nadie habla, ni siquiera los niños, es un silencio pesado, además todos van bien arreglados ¿Por qué? Nadie lo sabe.

El auxiliar del chófer quien revisa los billetes (o te cobra el pasaje) comienza pocos minutos después a revisarlos, preparas el importe de tu pasaje pero, jamás pasa a tu lugar para solicitar el costo, eso es aun más raro, pero piensas que al bajar en la terminal pagarás.

Llegas a Mazatlan sin contratiempos, pero pasada la media noche, entonces el chófer detiene la unidad antes de llegar a la Terminal y te dice que debes bajar en ese momento, aunque el trayecto no ha acabado y no entiendes la razón obedeces. Entonces al llegar a la altura del operador, el único que habla, y al intentar pagar tu pasaje, te dice que no es nada y añade:

“Baja ahora y no te gires antes de que cierre la puerta o jamás dejarás el autobús”.

Quienes obedecen, bajan y no se giran, si no hasta que se escucha el sonido de la puerta al cerrar y el motor del autobús arrancar, sólo para darse cuenta de que no hay autobús, este mismo ha desaparecido. Los desobedientes al bajar y girarse ven el autobús hecho pedazos, dentro esqueletos descarnados y el chófer mirándote sin decir nada. El autobús desaparece y la persona en cuestión muere unos días después.

Se dice que a partir de ese momento su fantasma sube al autobús y viajará eternamente en él por causa de su desobediencia. Si por casualidad algún día viajas a Durango y de regreso tu auto no funciona, no te arriesgues, si es de noche, a subirte a un autobús, quizá sea el número 6011.

Si es así sólo obedece las instrucciones de ese modo podrás contarlo, de lo contrario serás condenado a viajar por esa ruta  por la eternidad
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