18 años tiene la última renovación de la flota de los Trolebuses de la Ciudad de México, problemas internos del Sistema de Transportes Eléctricos y una pésima administración del GDF han condenado al olvido a este medio de transporte. Una situación similar a la que se vive en el Metro, fricciones entre el sindicato de cierto partido y el gobierno populista de otro partido están cobrando factura en el deterioro del servicio.
La mayoría de los trolebuses ya están detenidos, los pocos que operan son los más recientes, los que son mantenidos con refacciones hechizas, artesanales y hasta con trasplantes de una unidad a otra. Una gran plantilla de trabajadores de los talleres hacen su mejor esfuerzo para mantener en las calles los trolebuses, se cuenta con su gran experiencia en las labores especificas que realizan.
Sin esperanzas de resolver el conflicto político-sindical el Sistema de Transportes eléctricos parece destinado a la desaparición lenta y dolorosa, las rutas que opera actualmente son solo una fracción pequeña de las que llego a tener, y de todas ellas solo la del eje central cuenta con una flota apenas suficiente para dar servicio.
El futuro es incierto y difícil de prever, pero de mantenerse las tendencias actuales el Metrobus ira absorbiendo más rutas, es inminente la del eje 8 sur con unidades eléctricas, hasta la desaparición del organismo.