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Una visita a Ciudad Juarez, Chihuahua



Un día llegue a Juarez, no por primera vez he de decirlo, pero si después de algunos meses sin visitarla, confieso que en un principio me negaba a la idea de volver a la fronteriza ciudad, las experiencias previas no fueron satisfactorias, la ciudad tiene sus antecedentes y algunos los conocí de primera mano. Pero llegue a Juarez, contra todo pronostico y contra toda advertencia.

Llegar al diminuto aeropuerto, la verdad no recuerdo esta terminal, quizá en las otras ocasiones vine en autobús o pase de noche, pero el aeropuerto se ve diferente a cualquier otro que haya conocido, lucha entre la miniaturización y los servicios de grandes terminales. llegue despierto porque el Interjet hizo lo de siempre, un espacio medianamente aceptable con un servicio medianamente satisfactorio. Lo que causa ligera molestia en esa terminal de Juarez es la escasees de cajeros automáticos, solo hay de un par de bancos, adicionalmente los taxis no se pueden pagar con tarjeta, así que heme ahí regalando su comisión de treinta pesos a otro banco para poder pagar el taxi; el cual por cierto es excesivamente caro para la distancia que recorre.


La experiencia en el taxi, no suelo criticar estos vehículos de aeropuerto, porque usualmente nada ofrecen de extraordinario y todos manejan como si la vida no valiera nada, en este caso no es la excepción, es obvio que tienen prisa por volver por más pasajeros, pero a diferencia de otro taxistas en Juarez manejan muy pegados al vehículo de enfrente y encima hacen muchos cambios de carril sin necesidad, obvio sin ninguna precaución. En defensa del taxista diré que la forma de abordarlo en el aeropuerto es pintoresca, te dicen el taquilla el número de carro y afuera están gritando los operadores, cosa de ponerse uno a gritar y "vuala" un encuentro glorioso con el taxista. otro punto a favor es que para no prestar atención a su estilo de conducción hay disponibles abordo una variedad de viejas revistas.


El tradicional hotel Chulavista, con un buen aumento de precio, o a lo mejor es el mismo costo pero en esta ocasión quien administra los viáticos desde México tiene otra concepción de hotel. Ni modo, a arrastrar 17 kg de equipaje hasta el Flamingos, lugar desconocido hasta ese preciso instante. La diferencia de costo no es mucha pero satisface al contador. Este lugar es decente a secas, ofrece algunos servicios agregados al estilo fronterizo y su personal es muy amable, eso es bueno porque convivir con ellos estos días es esencial.

Lo que si fue un martirio en la ciudad es sin duda el transporte público, solo existen horribles camiones trompudos de una sola puerta, eso si, automaticos y con buena suspensión, pero horribles a fin de cuentas. El sufrimiento en si es que nadie conoce bien las rutas, ni los operadores mismos, no hay forma de planear traslados a los diferentes rincones de la ciudad, lo que ocasiona excesivos gastos de transportación y mucho tiempo perdido. Es bizarro que para ir a un lugar nadie sepa nada, te vas usando la inteligencia propia de un navegador urbano, terminas pagando cuatro autobuses, y en la noche descubras que es solo uno el que te trae directo de regreso.

Lo normal en cualquier ciudad de México es que sí el urbanero te pierde o te desesperas de su lentitud pues te bajas y tomas cualquier taxi, pero en Juarez eso es imposible, no hay taxis circulando en las calles, solo un puñado distribuido en algunos sitios y con tarifas altisimas. En ese panorama solo queda apechugar y lamentarse no tener un carro. Y eso es más terrible cuando descubres que en Ciudad Juarez todo, absolutamente todo esta lejos; la ciudad no tiene mucha densidad demográfica, de hecho están mas bien desparramados por todas partes con grandes espacios vacíos por todos lados.  El resultado, es caminar y caminar, sufrir con los urbanos y después seguir caminando; ah porque déjenme les cuento que los urbanos no cubren toda la ciudad, en el mejor de los casos te dejaran a 10 cuadras de tu destino.

Me dirán, pero ya hay un corredor de BRT, si hay, pero es solo una línea con puro Torino, los cuales como cualquier BRT que se precie de serlo, va reventando de usuarios, consecuencia de las poquisimas unidades en operación, ademas lo construyeron saliendo del centro por el eje vial, es decir, alejado por completo de las principales avenidas y de zonas comerciales, no pasa por el aeropuerto, ni terminal de autobuses, ni por hoteles, ni por nada interesante.

En este punto seguro ya me quieren preguntar si hay algo interesante en Juarez, la respuesta es Si, poquitas cosas pero las hay: El Chamizal, Parque Central y ... y... bueno hay dos cosas interesantes y un clásico centro en donde solo un par de cuadras son vivibles y el resto esta sacado de cualquier película del fin del mundo.

El Chamizal es un parque urbano federal de extensión mediana, su principal atractivo es el museo de antropología de El Chamizal, el cual tiene numerosas reproducciones ilustrando la historia precolombina del país. El parque en sí es muy bonito pero sin ser sobresaliente, gran parte de el esta dedicado a almacén de chatarra y las oficinas de mantenimiento del mismo parque, las cuales estan custodiadas por feroces perros.

El parque Central es un sitio mas amigable, en su interior hay un lago, una preparatoria, numerosos estanquillos y una biblioteca, en temporadas frías es una delicia caminar en el sitio.

Para comer, muy seguido fui a los Burritos Aquimichu, en San Lorenzo, económicos y llenadores, es el sitio mas emblemático de la gastronomía Juarenze. Hay mas lugares pero son los mismos que vemos en todos lados, todas las franquicias conocidas, restaurantes snob, medio snob y miles de simpáticas fondas, sin olvidar esos hoyos de perdición de comida china.


En fin, se acabo la visita a Juarez, es un hecho que no voy a extrañar nada del lugar, llamare a un costoso taxi para ir al aeropuerto y ver si cumplo con los limites de peso de Vivaaerobus, en serio, ya debería de dejar de probar cosas ese contador, en verdad ya solo quiero viajar en Aeromexico.

Mas adelante les contare que en la ruta Juarez a Chihuahua ya hay ODM Plus con Volvo 9700 Grand L, también que nunca pude fotografiar a los Limousines de México y que rutas urbanas de Juarez me aprendí.

Hasta luego, me voy a sufrir en Vivaaerobus.


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