Resulta que ya en la del Norte y muy decididos a viajar en La Línea nos informan que ese destino solo sale de Observatorio, otro intento frustrado; así que atravezamos toda la central para llegar al stand de ETN con la esperanza de que hubiera una corrida en el VIP o al menos en el de dos pisos, la suerte sonrio y nos aparecio uno con solo 23 butacas, con las tres reglamentarias abajo y veinte arriba, pero en la parte superior ya estaba abarrotado por lo que toca el primer nivel, lo que sin duda tiene una gran ventaja, hay más espacio y el bamboleo del autobús es mucho menor.
En taquilla el trato fue muy amable, pero el complicado sistema para el programa de viajero frecuente hace un poco lento el proceso pero es ameno porque no hay fila. El detalle negativo lo dio la edecan que solo da las donas volteando a otra parte y una soda caliente, sin bolsa ni servilletas. El detalle magnifico lo tiene el maletero, su actidud es sobresaliente al punto que incluso verifica que los pasajeros esten en el autobús correcto y en caso contrario carga las maletas conduciendo al pasajero a la unidad que le corresponde.
El interior del Ayats Bravo 1 es el clásico del ETN VIP con solo tres asientos en la parte baja, los cuales cuentan con luz LED pero que al desplegarse completamente son un poco incomodos paraa personas de mas de 1.73 de estatura.
El sistema de entretenimiento individual funciona muy bien con sus peliculas censuradas y la extraña selección de música; los enchufes y el WIFI tambien son de funcionamiento correcto. Por el sistema de audio la edecán nos da la bienvenida explicando la duración del viaje, el cual se cumple a cabalidad.
Muy emocionados con la solitaria dona de marca fina la comimos de inmediato pero estaba un poco sudada que deja los dedos pegosteosos, otro detalle es que las butacas tienen un posavasos del tamaño que no es funcional para un pet de 400 mililitros.