De Hermosillo a Mexicali

Una vez que me he saturado de carne asada, caguamanta, menudo, chimichangas y coyotas debo abandonar Hermosillo, pero primero me dare una vuelta a Puerto Peñasco, por lo que voy a una solitaria terminal que dice Albatros, donde un autobús azul con un albatros pintado me lleva a ese paraiso sonorense, donde hay autenticas bebidas extragrandes servidas en vasos de dos litros y fabulosos mariscos en el malecón. Por cierto el Albatros es un autobús d elo más ordinario, asientos, algunas pantallas y el sanitario, lo bueno es que el espacio es aceptable. Pero para salir de Puerto Peñasco me lleva un camión muy feo, es blanco de modelo atrasado, se ve maltratado, los asientos son incomodos y llego tarde a la terminal, en su costado dice ABC. No lo aguanto mucho pero al fin estoy en Mexicali, tierra de calores extremos, no pensé que podia haber un lugar más soleado que Hermosillo pero Mexicali se lleva las palmas, en si la ciudad no me gusta mucho todo esta muy lejos y con el calor todo luce siempre desolado. Mejor me voy a Ensenada, veo horrorizado que la opción es esa línea llamada ABC, me asusto mucho pero pregunto y una hermosa chica de Estrella Blanca me dice que ellos tambien me llevan y mucho más rápido solo que en Tijuana transbordare, me subo a un nuevo autobús blanco que dice Aguacaliente, tiene unos asientos muy comodos, pantallotas de alta definición, enchufes electricos, wifi y dos sanitarios, además me entero que en mi cumpleaños viajo gratis. Lo malo es que en la central de Tijuana me cambian a un autobús mas traqueteado y que parece sonaja, al menos a Ensenada fue corto el trayecto y la tortura fue sencilla. Al llegar es indispensable armarse de algunos tacos de pescado frente al centro de atención a clientes de Telcel.