Hoy me he andado por la Ciudad de México, un sitio muy bonito sin duda pero con mucha locura en sus habitantes, es una locura que casí todos hagán increibles recorridos para llegar a sus trabajos, desde lugares muy lejanos que incluso están en otra entidad federativa. Consecuentemente me he visto que las lineas del metro resultan insuficientes para mover tal masa humana todos los días de un lado a otro, lo más interesante es el precio de ese transporte que es menos de medio dolar por viaje. El gobierno como se dice de izquierda pues tiene puras ideas populistas, la mas extraña es la que recientemente dijierón para justificar que mejorara sustancialmente el servicio, quitando vagoneros, personas que venden chacharas y baratijas en el interior de los trenes, y aumentando el parque vehicular.
La estrategia de aumentar trenes la cumplen de la forma más populoso posible, le dan una manita de gato a trenes desvencijados y los sacan a dar vueltas con estampitas de Tren rehabilitado. Pues como les he dicho hoy me he andado usando el metro de la ciudad de México, a tal puntoq ue a las seis y media de la tarde me he abordado un tren en la estación Garibaldi para ir con un amigo a iztapalapa, pues resulta que cuando llevaba solo dos estaciones recorridas las puertas dejaron de abrirse, los pasajeros que parecen muy habituados a esto, las abrian con las manos para subir y bajar, despues de unos minutos el tren cerraba las puertas andaba lentamente y en la siguiente estación la misma historia. hasta que en determinado momento unos policias muy despistados desalojaron el tren diciendo que ya no servia; y si adivinaron, tenia sus estampitas de rehabilitados. Del caos posterior ni les platico, mejor me he salido y regresado, ya despues vere a mi amigo.