26 DE AGOSTO DE 2013
Manifestantes impidieron la circulación de las unidades.
Foto: Daniel Acosta
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- A tres días de haber iniciado operaciones, el nuevo sistema de transporte en esta capital, ViveBús, mostró su primer fracaso debido a la falta de camiones tanto en la ruta alimentadora como en la troncal, lo que provocó la protesta de cientos de pasajeros.
Los inconformes bloquearon diferentes puntos de la ciudad, primero en la terminal sur y luego en el centro, para impedir el paso de los autobuses.
Cientos de ellos se manifestaron en las cercanías del Palacio de Gobierno, donde los esperaban policías antimotines y alrededor de 300 elementos de diferentes corporaciones, quienes dispararon balas de salva y lanzaron gas lacrimógeno. Ahí fueron detenidos 13 jóvenes, uno de ellos menor de edad, así como tres integrantes del movimiento #YoSoy132.
Los reclamos también se hicieron presentes en las redes sociales, donde se reportó la ineficiencia y demora de las unidades, que afectó a miles de usuarios en sus actividades cotidianas.
La promesa del ViveBús –cuya inversión ascendió a más de 100 millones de pesos– era traer progreso a Chihuahua, sin embargo, los inconformes señalaron que eso no podrá concretarse debido a que el proyecto estuvo mal planeado.
Además, dijeron que las obras tardaron alrededor de un año y eso les causó molestias inútiles, ya que se redujeron calles, además de que no se dio información, a su debido tiempo, sobre el uso de la tarjeta electrónica, y muchos choferes no conocían las rutas.
Señalaron que con el ViveBús se incrementaron los recorridos hasta una hora, debido a que los camiones rodean demasiado la ruta troncal, y quienes daban información del servicio no sabían explicar dónde eran los transbordos.
Además, hubo déficit de choferes debido a que muchos de los operadores anteriores no quisieron continuar con el nuevo patrón, en virtud de que nadie les informó cuál sería su situación laboral y no les respetaron su derecho a la liquidación. Incluso el pasado viernes 23 se manifestaron en calles de esta capital, pero fueron reprimidos y sometidos con armas.
Ese mismo día la policía detuvo a 10 jóvenes, quienes permanecieron incomunicados durante varias horas. Luego de que la abogada y defensora de derechos humanos Luz Estela Castro Rodríguez asumió su defensa, la mayoría salió tras pagar una fianza de 500 pesos, un día después.
Este lunes se sumaron a la manifestación adolescentes de los bachilleratos, quienes reclamaron su derecho a un buen servicio y la llegada a tiempo a sus escuelas. También protestaron adultos mayores que no supieron cómo utilizar las tarjetas ni tenían información de las rutas.
Apenas el fin de semana pasado el gobierno ordenó la distribución de folletos sobre el nuevo sistema de transporte, pero los mismos operadores reconocieron que por lo menos hay dos rutas que no funcionan bien, y este lunes estalló el problema que no quiso ver el gobernador César Duarte, quien se empecinó en inaugurar el ViveBús el pasado sábado.
Sobre los detenidos durante las manifestaciones de este lunes, destacan tres miembros del movimiento #YoSoy132: Joaquín Aang (estudiante de Derecho), Aarón Ontiveros y Gerardo Díaz Baltazar (estudiante de Filosofía).
Los otros detenidos son: Fernando Reyes Valdez (estudiante Instituto Educacional Niños Héroes), César Suárez (menor de edad), Julio César Enríquez (golpeado en abdomen y nariz), Ricardo De la Rosa, Gerardo Aseija, Raúl Rivera Payán, Alejandro García, Carlos Rubén Martínez, Jesús Jair Hernández y Daniel Villa Mendoza.
A la manifestación se unieron líderes sociales como Víctor Quintana Silveyra y Jaime García Chávez, así como el dirigente municipal del PAN, Miguel Latorre, además de organizaciones civiles, que este mediodía exigieron al secretario de Gobierno, Raymundo Romero Maldonado, la liberación de los detenidos, a quienes calificaron como “presos políticos”.
De acuerdo con Miguel Latorre, César Duarte da muestras de ser un gobernante que no escucha, un tirano que, dijo, se aferra a las cosas que él quiere hacer y trata a la gente con violencia cuando manifiesta su inconformidad.
Víctor Quintana lo secundó al manifestar que Chihuahua vive un gobierno autoritario e insensible.
“No pudieron poner el mausoleo, pero ahora están construyendo un nuevo mausoleo al autoritarismo, a la intolerancia, a la improvisación. Desde siempre se vio que el ViveBús no iba a funcionar, y ahora ellos (las autoridades) son víctimas de su propia improvisación, de las soluciones autoritarias y personalizadas, no dan una solución técnica”.
Indicó que la solución es que el gobierno vuelva atrás en sus pasos, que dialogue con todos los sectores involucrados y que suspenda la instrumentación del ViveBús.
El gobierno, añadió, “sólo cava más su propia tumba política porque no entienden que hay causas objetivas, no necesita manipularlas. El gobierno está cayendo en la ingobernabilidad por culpa de decisiones autoritarias técnicamente hablando”, apuntó.
Alberto Alejandro Chávez Márquez, uno de los jóvenes detenidos el pasado viernes, dijo que permaneció incomunicado durante tres horas y liberado la tarde del sábado.
Relató que cuando regresaba de su trabajo pasó por el centro de la ciudad, y al cruzar por la calle Venustiano Carranza y Allende, a dos cuadras de Palacio de Gobierno, lo detuvieron cinco agentes y lo sometieron.
También fue aprehendido Rodrigo Santa Cruz, de 19 años, quien participó en la manifestación contra la construcción de la réplica del mausoleo de Francisco Villa, pero al ver la gresca decidió retirarse. Ambos, sin conocerse, coincidieron en la intersección de Venustiano Carranza y Allende.
Los agentes golpearon a Alejandro, quien mostró moretones en distintas partes del cuerpo. Le preguntaron si conocía a Rodrigo Santa Cruz y si ambos participaban en la manifestación, pero lo negó. No lo conocía ni había estado en la protesta. Lo golpearon hasta que aceptó lo que los policías querían oír.
Los dos estuvieron incomunicados varias horas en el centro de detención de la Fiscalía Zona Centro. Ahí conocieron a otros detenidos, entre ellos dos choferes, José Arturo Segovia y José Torres Torres, así como a Jorge Díaz, Sergio González Aranda, Andrei Ornelas Armendáriz, además de un productor de teatro que venía de Tamaulipas a montar la obra Rapunzel. El productor sólo estaba turisteando cuando lo detuvieron, por ser joven y por su aspecto, según dijeron los afectados.
A Sergio González, ciclista y maestro de inglés y francés en un instituto particular, lo detuvieron por defender a los choferes cuando eran sometidos por los agentes policiacos, a quienes encaró cuando le apuntaban con sus pistolas y levantó las manos en signo de paz.
Desde ahí vio cómo detenían a otros jóvenes. “Me tocó ver la saña con la que los sometían. Patadas y puñetazos estuvieron de sobra”, sostuvo.
A todos los llevaron a Averiguaciones Previas de la Fiscalía Zona Sur, pero antes los agentes les advirtieron: “Ahora sí cabrones, ya se los cargó la chingada, van a ver la putiza que les vamos a poner”. En una celda permanecieron hincados contra la pared por más de media hora.
En total, 28 personas fueron detenidas entre el viernes y este lunes, luego de su participación en las manifestaciones.
Los afectados anunciaron que presentarán las quejas correspondientes ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y responsabilizaron al gobernador y al director de ejecución de penas y medidas judiciales, Eduardo Guerrero, de cualquier daño a su integridad física, pues les advirtieron que los tienen “fichados”.