Una nueva ordenanza establece controles con ese fin. No hay antecedentes en Córdoba, pero sí en varias ciudades del país. El objetivo:que el chofer no se distraiga.
20/08/2013 00:01 | Corresponsalía
Así sí. La norma exige uso de auriculares como pauta de convivencia (José Gabriel Hernández/La Voz).
Villa Carlos Paz. Si un inspector municipal detecta a un pasajero del transporte urbano de Carlos Paz escuchando música sin utilizar auriculares, le debería labrar un acta para imponerle una multa.
Así debería ser, al menos, si se cumple la ordenanza que acaban de aprobar los concejales locales y que entrará en vigencia la semana próxima, luego de su promulgación. La norma fija multas de hasta 700 pesos para quienes la infrinjan. El órgano de aplicación será la Dirección de Inspectoría del municipio.
La legislación es pionera en Córdoba pero cuenta con algunos antecedentes en otras ciudades del país, como Buenos Aires, Mendoza, San Juan y Mar del Plata.
El proyecto, aprobado por el Concejo de Representantes, fue iniciativa de la concejala radical Mirta Rossi, que entre sus fundamentos señaló la posible distracción del chofer por los dispositivos de audio que usan los pasajeros, cuya presencia se acentuó desde que los teléfonos celulares incluyen la provisión de música.
La norma contempla el compromiso de las empresas de transporte para colocar cartelería que advierta a la población sobre esta nueva disposición. Las multas se calcularán entre 70 y 200 veces el valor del boleto de transporte urbano de pasajeros, que hoy cuesta 4 pesos.
Rossi remarcó a este diario que el proyecto surgió a partir de las quejas de usuarios y de los choferes que muchas veces se ven en medio de discusiones entre pasajeros por este tema.
“Esta modalidad de escuchar música a alto volumen a través de dispositivos portátiles se incrementa en verano y hay gente que se quiere bajar del colectivo porque cada usuario pone una música distinta”, argumentó la concejala. “Además, se genera un clima tenso porque el chofer pide que se baje el volumen y no le hacen caso. Los usuarios discuten también y eso genera tensión y estrés para el chofer”, agregó. “En definitiva se buscó un respaldo legal para que el chofer tenga una regla para hacer valer esta norma”, acotó.
Rossi señaló que tomó como base las ordenanzas existentes en otras ciudades del país.
Antes de su puesta en vigencia efectiva, el municipio debería efectuar una campaña de información, al igual que la empresa Transporte de la Villa, prestataria del servicio.
La duda, que se empieza a instalar, es si en la práctica los controles se harán efectivos, para que la norma no se reduzca a una expresión de deseos.