Toda ciudad que se precie de ser una urbe moderna debe tener sin excepción un sistema de transporte urbano de altas especificaciones adaptado a las características propias de la metrópoli. Una población feliz necesariamente tiene un transporte digno, para serlo debe de ser incluyente, higiénico, puntual, metódico, moderno, seguro, accesible y sobre todo agradable a la vista. De acuerdo a la dispersión y densidad de la ciudad los ejes troncales estarán definidos primero por un sistema de trenes urbanos, metro o tren ligero, seguido de corredores de autobuses tipo BRT y sistemas de trolebuses. El eslabón siguiente son las rutas complementarias en las cuales se deben de integrar autobuses modernos de piso bajo con combustibles sustentables. Las rutas alimentadoras de corto recorrido son las unicas donde se deberían de introducir autobuses urbanos convencionales y en muy contados casos unidades boxer.
Las ventajas de un autobús de piso bajo ademas de su llamativo diseño son tiempos menores para abordar y bajar del pasaje, menor consumo de combustible y tecnologías amigables con el ambiente. Pero para mantener su eficiencia deben de ser operados por una empresa constituida legalmente con capacidad y talleres adecuados para su mantenimiento; es impensable que en una estructura hombre-camión los autobuses de piso bajo se mantengan diez años en perfecto estado.
