En la fila mas lenta y exasperante de la central del norte es facil tener pensamientos negativos pero con un poco de concentracion se puede llegar a un estado hipnotico indispensable para ir en zigzag por una hora o mas hasta la taquilla. Una vez ahi se necesitara mucha lucidez mental para explicar lenta y detalladamente el destino y tipo de servicio necesario, en esta ocasion no fue tan complicado como en otros lados, quiza por ser domingo quiza por que Poza Rica no esta nada lejos, o tal vez porque existen otras opciones.
Mas los amontonamientos continuan, en contraste con la eficiencia del 90% de la central del norte abordar autobuses de esa linea es algo complicado y apretado. Despues de algunas filas incoherentes abordo de un autobus Volvo 9700 Select estamos, recordando la vieja publicidad de asientos inteligentes intentamos entablar una platica de fisica cuantica con ellos pero al parecer aun tienen problemas con las leyes de Newton.
El olor no es malo pero podria ser mejor, hay pocas pantallas que no estan encendidas, posteriormente nos enteramos que de noche no las prenden por respeto al descanso de los pasajeros, asi que busco el enchufe electrico y una red wifi, hay que conformarse con jugar con el telefono y esperar que pierda su carga. Al menos los sanitarios lucen limpios.
Sin muchos sobresaltos llegamos a la aseptica terminal de Poza Rica. donde los maleteros piden propina o avientan el equipaje.