Viven pasajeros susto de su vida, reportan 9 heridos leves; venían de CelayaNUEVO LAREDO.- La experiencia de un trailero evitó una tragedia de grandes proporciones ayer por la madrugada, al estrellarse un autobús turístico contra un transporte de carga en la Carretera Nacional, a unos 50 kilómetros de Nuevo Laredo.
Ambos vehículos pudieron haberse volcado sobre el asfalto y los pasajeros del autobús, que iba lleno, sufrir lesiones graves, pero afortunadamente sólo ocho de ellos, además del conductor, resultaron con heridas, ninguna seria.
El peor susto de sus vidas sufrieron las 42 personas que viajaban en el camión de pasajeros procedentes de Celaya, Guanajuato, y con rumbo a Chicago, Illinois.
Un descuido del chofer del autobús es la causa aparente de este percance, ya que el impacto fue por alcance. Eran aproximadamente las 4:30 de la madrugada de ayer cuando Alfonso García manejaba un camión de pasajeros Volvo modelo 2005, de la empresa Imper Online, que había salido el lunes por la tarde de Celaya y con cupo lleno se trasladaba hasta Chicago, además de puntos intermedios.
Le faltaba poco para llegar a Nuevo Laredo, pero a la altura del Kilómetro 170, al parecer Alfonso dormitó, además de circular con exceso de velocidad y se impactó contra la caja de un tráiler que circulaba delante de él, despacio, en el carril de baja velocidad.
Se trata de un Freigthliner modelo 2008, de la empresa STI, cargado con tapas para motor, que era manejado por Arturo González, de 54 años, que al sentir el golpe por detrás casi pierde el control del volante.
Ambos vehículos quedaron ganchados, casi se vuelcan, y lo hubieran hecho con funestas consecuencias si el trailero frenaba, pero con su experiencia, aceleró, logró controlar la situación, llevándose arrastrando el autobús, hasta salir de la carretera y quedar varados en el terreno que sirve como camellón central.
Una fuerte movilización de los cuerpos de emergencia hubo tras el accidente, acudiendo ambulancias y unidades de Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja, que trasladaron a ocho pasajeros a hospitales de Nuevo Laredo, aparte del chofer Alfonso García, que era el más golpeado.
Mientras tanto el resto de los viajeros tuvieron que esperar un rato, con sus equipajes, al lado de la carretera, hasta que llegó otra unidad para trasladarlos a esta frontera y luego buscar la forma de hacerlos llegar a sus destinos.
La mayoría de ellos iban a Dallas y Chicago.