El huipil, o “vestido adornado”, es la prenda femenina tradicional de las culturas indígenas de Mesoamérica. Hoy en día es uno de los textiles más cotizados por la labor y belleza de sus coloridos ribetes, encajes o bordados hechos a mano que relatan la historia e idiosincrasia del pueblo que lo fabrica. Aunque el huipil es utilizado desde épocas prehispánicas, tanto por las mujeres del pueblo como por las nobles y diosas, es un accesorio elegante y fresco que nunca pasa de moda.
Antiguamente, esta pieza era elaborada en telares de cintura -técnica que aún se conserva en algunas comunidades del país-, sin embargo actualmente se utiliza manta de origen industrial. El material más empleado para su creación es el algodón, pero también los hay de lana y de seda. En lo que a diseños se refiere se pueden elegir entre huipiles cortos que apenas llegan a la cintura y otros que cubren los tobillos; el cuello puede ser redondo, ovalado, cuadrado o con una abertura vertical.
El uso del huipil predomina en los estados del centro, sur y sureste de México. Dependiendo de la entidad, éstos se distinguen por su tejido, colorido o adorno.