Los 435 pesos para cada chofer de camión en bloqueo
RACIEL MARTÍNEZ/ Foto: Agencia 50 mm
23/02/2013
Justo cuando al sol le faltaban dos horas para seguir descargando sus hirientes rayos, tres mujeres se acercaron al autobús B-098 de la TUSUG para preguntar por el conductor.
--¿El chofer? -averiguó una de ellas.
--Yo soy...dígame. --Devolvió un hombre, con un gesto de inquietud.
--Un favor --dijo otra fémina quien portaba unas gafas--, queremos darle un apoyo, aquí en la libreta ponga su nombre, su firma y la cantidad.
--¿Qué cantidad me dijo? --435 pesos, es un apoyo por su apoyo.
El conductor siguió las instrucciones y la tercera mujer le entregó una bolsa de plástico con monedas y billetes.
--Gracias.
--No, gracias a usted por su apoyo. Esto por la lucha.
En ese momento, mientras las mujeres enfilaban a otro autobús, un tipo sin camisa descendió de la unidad para indagar lo registrado.
--¡Neta güey! ¿Serio? --El joven se enfundó en su playera gris y se dirigió apresurado a su unidad placas 361-671-S, también de la TUSUG.
El mismo procedimiento. Las sindicalistas siguieron repartiendo "la solidaridad" en el bloqueo carretero frente a las instalaciones del IEEPO. Ahí estaban atravesados seis autobuses urbanos.
16:00 horas, 22 de febrero. Un bloqueo más. Lo cotidiano en el IEEPO y en Oaxaca. Entorno a las rejas del edificio, decenas de cartulinas con reclamos contra el profesor Tomás Martínez, director de Educación Indígena, "por autoritario y antidemocrático".
Todas y todos los manifestantes guarecidos bajo la sombra del puente peatonal, la de los árboles, de los edificios. Estar bajo los plásticos colocados es el "infierno". El termómetro registró 30 grados y los autobuses eran el parapeto.
A unos metros, otro calor irritante, el del enojo silencioso. Vehículos de todos tamaño a paso lento, el caos vial otra vez, y con ello el rumiar del coraje de quienes conducen y viajan.
A los lejos se lee la malgastada y recurrente consigna cheguevarista: "¡Hasta la victoria siempre!"
La lucha tiene horario. 18:00 horas, la retirada de los integrantes de la sección 22 del SNTE y la arteria vial frente al IEEPO queda libre, sólo se respira el bochorno de un calor de los últimos días de febrero loco. Los seis autobuses han desaparecido.