de REFORMA
Empresarios advirtieron que la isla crece en desempleo, venta de drogas y éxodo de pobladores
Pedro Diego Tzuc / Enviado
Ciudad de México (27 enero 2013).- La isla de Cozumel es una joya del Caribe que, desde hace algunos años, está perdiendo su brillo.
Este destino ha enfrentado un desplome en el número de visitantes, el arribo de cruceros y, en general, la derrama económica generada por el turismo, de acuerdo con cifras del Centro Empresarial de Cozumel, que depende de la Coparmex, y de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo.
Mientras que, entre enero y octubre de 2008, fueron 772 mil 860 los paseantes que eligieron la isla para vacacionar, en el mismo periodo de 2012 sólo llegaron 366 mil 938, según cifras oficiales.
Esto significó, en lo que a turismo se refiere, una derrama económica de casi 600 millones de dólares de enero a octubre de 2008 contra 393 millones en los mismos meses del año pasado, de acuerdo con datos del Gobierno de Quintana Roo.
Esta caída en el sector ha tenido consecuencias graves para Cozumel: desempleo, expulsión de residentes e incremento de delitos, algunos relacionados con el narcotráfico, alertaron empresarios y líderes de la isla.
"La cuestión es que no hay empleo. ¿Nuestros jóvenes a qué se van a dedicar? La mayoría se dedica a esa venta (de droga).
"Sabemos, desgraciadamente, de comercios que intentan vender artesanías y, a la mera hora, acaban cayendo en la venta de estupefacientes. ¿Por qué? Porque es lo único que se vende", lamentó Pedro Joaquín Delbouis, presidente del Centro Empresarial de Cozumel (CEC).
Este Centro asienta que todas las islas del Mar Caribe crecieron 4 por ciento en los últimos 2 años, mientras que Cozumel enfrentó un decrecimiento de 2.4 a 2.5 por ciento en el mismo lapso.
"Esta caída se perfila para este año 2013 mayor que el año pasado", advierte Pedro Joaquín Delbouis, presidente local de la Coparmex.
Ese organismo describe que la economía de la isla adopta un estatus de "sobrevivencia" desde mediados de abril hasta la primera quincena de noviembre ante la falta de turistas.
Además, Emilio Villanueva, director de Turismo de Cozumel, reconoció que la disminución en el número de cruceros que arriban a la isla también ha impactado la economía.
Esta limitada actividad turística ha ocasionado que las principales calles y avenidas de la Zona Rosa de Cozumel asemejen, por las noches, cada vez más a las de un pueblo fantasma.
De abril a noviembre, sólo la Royal Caribbean y Carnival, principalmente, mantienen atraques, aunque con casi la mitad de su capacidad de viajeros. Así, de unos 12 cruceros al día en temporada alta, se reduce a 1 o 2 barcos diarios, al 50 por ciento de ocupación.
Aunado a ello, la violencia y falta de empleo han comenzado a desplazar a las familias que años atrás vieron en este sitio turístico una isla llena de oportunidades.
Para los comerciantes, la disminución es más drástica, medida en niveles de compra y periodos más amplios en que mantienen cerrados sus negocios.
En los alrededores de la plaza central de Cozumel se observan locales desocupados, en renta o venta.
"Cuando no hay cruceros se bajan las cortinas más temprano, y muchos de plano no abren", comentó Jonathan Cua, promotor de ventas en el malecón.
Aurelio, un taxista con más de 30 años de residencia en Cozumel, explica que las navieras imponen sus condiciones y acaparan los servicios para los turistas y dejan poco a los comercios locales.
"Los que vivimos aquí aguantamos. Si esto continúa esto así, nos vamos a pique. Esto se pone terrible, a veces que no sale ni para el gasto; y pues (en esas fechas) me voy con mis papás, de descanso o a ver qué se puede hacer en el pueblo", describe.
Ana, por ejemplo, decidió regresar al poblado donde nació, en Yucatán, casi 35 años después de vivir en Cozumel después de haber sido recortada de la tienda en que trabajaba.
Esperanza
Con un leve crecimiento en ocupación hotelera y un repunte de vacacionistas nacionales que llegan vía aérea, el director general de Turismo del Ayuntamiento, Emilio Villanueva Sosa, ve con cautela el panorama.
"En su momento Cozumel fue considerada 'la Joya del estado' (de Quintana Roo). Ese momento, ya pasó, no va a regresar. Pero de 2011 a 2012 marca un incremento en ocupación hotelera leve, 3 puntos porcentuales; significa que ha habido un crecimiento lento.
"En materia de cruceros, sí hemos tenido una baja de 8.9 por ciento de 2011 a 2012, que obviamente por las nuevas rutas a las cuales las navieras van apostándole, es muy normal. Y muy probablemente de 2012 a 2013 siga algún decaimiento, esperemos que no de 90 cruceros como fue de 2011 a 2012, que sea menor en número", confió el funcionario municipal.
Villanueva Sosa admitió que el problema no se solucionará de la noche a la mañana y que hay proyectos en puerta, como la construcción de la Marina Fonatur, ubicada al sur de la isla, que podría reactivar la economía con nuevos desarrollos y atracciones para vacacionistas de alto poder adquisitivo.
"Hay vertientes que hemos descuidado, por ejemplo: las nuevas generaciones no conocen que este destino es la meca del buceo en América Latina.
"Realmente el Caribe (mexicano) es un destino ya antiguo, no es un destino nuevo, es un destino que ya tiene, digamos cierto desgaste, veámoslo desde ese punto de vista...Las navieras han destinado parte de todo su recurso para abrir nuevas rutas, esto obviamente le ha afectado al destino de isla Cozumel", describió.
'Sería una lástima dejar caer a la isla'
Nassim Joaquín Ibarra, veterano empresario y uno de los fundadores de la economía de Cozumel, considera que falta promoción a la isla y pide a las autoridades de todos los niveles actuar con prontitud.
A las puertas de su negocio, localizado enfrente del parque central, el hombre de 90 años de edad accede a compartir una visión general sobre los problemas que vive este polo turístico.
- ¿Cómo encuentra a la isla?, se le pregunta.
- Muy deprimida.
- ¿A qué lo atribuye?
- A la falta de promoción.
- ¿Cómo vislumbra el futuro de Cozumel?
- Incierto.
Reaciona las entrevistas de prensa, lanza un llamado, que a la vez parece reclamo: "A la Secretaría de Turismo y al Gobierno del Estado que le pongan más atención a la isla, es una lástima dejarla caer, porque es un diamante".
En su opinión hay indicios de recuperación, y defiende el potencial que tiene su natal Cozumel, con más de 80 mil habitantes.
"Nos falta promoción, porque la isla tiene con qué responder, por su belleza. La isla es preciosa. Sí se ha notado una baja muy considerable; (aunque) los meses de diciembre y enero han sido con mayor optimismo, nos ha ayudado muchísimo una nueva ruta (aérea) que viene de la Ciudad de México.
"Lo que nos falta es promoción; tenemos un municipio rico, pero pobre, digo rico por sus bellezas y atractivos, y pobre porque tiene pocos ingresos; hay que pagar alumbrado eléctrico, hay que pagar basura, empleados, policía y todo, y no tiene lo suficiente para cubrir todos esos gastos", señala.
Don Nassim, padre del actual secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y del subsecretario de Operación Turística de la Secretaría de Turismo, Carlos Manuel Joaquín González, rememora saldos negativos del huracán Wilma y otros factores que tienen a Cozumel en crisis.
"Ya pasó lo de Wilma, pero de allá para acá vino la decadencia; pero más bien yo lo atribuyo a la competencia que nos ha hecho la Riviera Maya, más que Cancún".
Un destino golpeado
El presidente del Centro Empresarial de Cozumel (Coparmex), Pedro Joaquín Delbouis, planteó un diagnóstico crítico de la situación en la isla.
"Nuestra hotelería no crece desde 2005, el último hotel que se haya hecho, nuevo, fue hace 10 años; desde Wilma tenemos menos habitaciones de hotel", señaló.
"Cozumel yo creo que hace 10 años no tenía desocupación y hoy en día yo me atrevo a decir que es de las más altas del estado. Yo creo que era un lugar privilegiado a nivel nacional, no había desempleo.
"Ya está expulsando gente. Yo me atrevo a decir que la salvación, quizá de esa economía es la Riviera Maya; gente que ha encontrado trabajo no muy lejos, aquí en frente y viene aunque sea los fines de semana a casa hasta aquí", describió.
El líder patronal advirtió repercusiones sociales de la crisis por caída del turismo, entre ellas que la población joven se encuentra a merced de la delincuencia.