Un dia en Veracruz, bueno en realidad es un viernes en Veracruz, mucho trabajo que obliga a comprar el boleto en el momento justo en que se debe de viajar a la Ciudad de Mexico; habia leido sobre el pesimo servicio en esa ruta pero la verdad creia que eran puros mitos, la terminal de ADO luce tan grande, tan profesional con sus autobuses con ese aire de calidad; es imposible recibir un mal trato de parte de ellos me repetia hasta el cansancio. Por experiencia en mi ciudad natal, Guadalajara, se que comprar un boleto en cualquier modulo es facil y rapido, lo mas que seguro esperaria al autobus seria una media hora, eso es lo que pensaba.
A las cinco de la tarde llegue a la terminal, ya dentro de ella no me parecia tan espaciosa como la de Guadalajara, pero vamos, es solo una linea y Veracruz es una ciudad promedio, asi que no critique los reducidos pasillos; en el calor de la tarde es bastante agradable estar en la fila de la taquilla, solo 4 gentes delante mio, pero a mi derecha hay una fila bastante larga, se enrosca sobre si misma, quiza cientos de personas; ellos esperan ser atendidos en un gran conjunto de taquillas, al menos unas diez, asi que suena logico, unas doce personas por taquilla, de a un minuto por persona, quiza en el peor de los casos su espera seria de quince minutos para ser atendidos; esa era mi perspectiva, claro que como me encontraba en la fila de lujo seguro me atenderian en minutos mas breves.
Pasaron los quince minutos, y nada.
Media hora despues al fin me atienden en la ventanilla de ADO Platino y ADO GL, solo para decirme que ya no hay lugares en ese dia a la Ciudad de Mexico, le solicito me venda en primera clase, ella se niega me envia directo a la enorme fila, que ya crecio puesto que aparentemente mis calculos fallaron estrepitosamente.
Una vez instalado en la eterna fila, si se volvio eterna solo hay tres taquillas en servicio de las mas de diez posibles; observo a mi alrededor, todos estamos ahi, esperando estoicamente ser atendidos, pasan diez, veinte, cuarenta minutos. Despues de una hora me atienden, me dicen "Se acaba de llenar el ultimo" tengo para mañana a mediodia. WHAT!! pero si he visto decenas de sus autobuses!! Me dicen, "si pero van a distintos destinos y todos estan llenos señor; pero mire no se enoje dejeme checar en segunda clase... que suerte tiene usted!! hay dos lugares en un Ecobus, claro son junto al baño y el trayecto dura ocho horas, pero se va usted esta noche!!!"
En ese momento es cuando perdi la paciencia, ante el enojo ella ofrece otra opcion, viaje en ADO a Puebla y ahi hagase bolas usted. Esa fue la eleccion, tres horas y media a puebla y de ahi en un Confortable Estrella Roja Lujo.
El autobus de ADo fue un Marcopolo Multego que no se veia tan feo pero tampoco tan nuevo, al subir se bve bien el tapizado azul de los asientos, pero es demasiado azul, decenas de asientos y todos llenos, un solo baño, al menos preveni eso y espero no tener que usarlo en el trayecto.
Unas pantallas no tan grandes hacen algo dificil acceder a las imagenes proyectadas pero el aire acondicionado es confortable, mejor me duermo para ignorar el hecho de que casi cargo a la persona frente a mi.