Gracias a las millas acumuladas fue posible ascender de clase en un par de vuleos de Aeromexico; una vez ahi descubrimos que ahi la vida es mas pasadera, las ventanas lucen grandes y limpias, el espacio es generosos, aunque no hay descansapiernas. Lo que se vio escaso fue el servicio de alimentos, muy malo solo un panecillo con jamon y queso con soda o jugo, muy lejos de los tiempos de los alimentos calientes y abundantes bebidas alcoholicas, si las hay pero no estan presentes en el carrito andan algo escondidas y hay que solicitarlas un poco energicamente. hay periodicos abundantes y mejores revistas, bueno de hecho en clase turista a duras penas hay un manual pegado en la mesa sobre la seguridad.
En el segundo vuelo nos informaron que el vuelo venia de Nueva York, asi que vimos catalogos de productos a la venta a bordo asi como carta de vinos y alimentos que obviamente en el traslado nacional no estuvieron disponibles.
Es muy agradable viajar en primera clase, incluso los problemas de hipertension se olvidan a comparacion d elo que sucede en clase turista de la misma linea o en Volaris. Lastima que sea tan caro que lo vuelve prohibitivo.