Dado que su nombre en cochimí, caamancagaleja, era impronunciable para los españoles, el jesuita Juan de Ugarte lo llamo Mulegé. Un hermoso río corre junto a este poblado y lo convierte en un oasis; se encuentra tan poblado de palmeras y de vegetación que parece ganarle terreno al desierto.
Son famosos sus regios dátiles y el delicioso pan que se elabora con este fruto.
Fuente: Tips de Aeroméxico No. 24 Baja California Sur / verano 2002