Foto: El Diario,
Graffiti en uno de los paraderos
Berenice Gaytán
EL DIARIO | 12-10-2010 | 21:02
Luego de más de un año de construcción, una vez que fue terminado el proyecto del transporte semimasivo se encuentra hoy en total abandono y sólo operan los cambios en las vialidades, que generan conflictos viales, protestas de guiadores y hasta accidentes.
EL DIARIO | 12-10-2010 | 21:02
Luego de más de un año de construcción, una vez que fue terminado el proyecto del transporte semimasivo se encuentra hoy en total abandono y sólo operan los cambios en las vialidades, que generan conflictos viales, protestas de guiadores y hasta accidentes.
La obra municipal, que según datos oficiales requirió un crédito de 300 millones de pesos para la construcción de 35 paraderos a lo largo de la ruta troncal hacia colonias alejadas, pasó a manos del Gobierno del Estado y no existe fecha para que comience a funcionar.
La problemática para la ciudadanía se incrementó con la construcción de las estaciones que se están destruyendo solas. El cambio de sentido en algunas calles obliga a los conductores a transitar por calles en pésimas condiciones o sin pavimento, los nuevos semáforos les roban más tiempo y la reducción de los carriles genera cuellos de botella.
Ayer, eran apenas las 11:30 de la mañana cuando Roberto transitaba de norte a sur por el eje vial Juan Gabriel rumbo a su trabajo, ubicado en el bulevar Zaragoza.
Entre sonidos provenientes del claxon de su auto y evidentes muecas de desesperación, miraba hacia el frente las decenas de autos que le faltaban para avanzar y llegar hasta el semáforo en rojo intermitente, el cual antes no existía y que ahora le significa más minutos en su recorrido.
“Mire nada más, todavía ni inicia y ya todos los problemas que causa. Aparte no es ni hora pico y el tráfico está hasta la fregada. Si eso es ahorita, qué será cuando empiece a funcionar”, dijo el conductor molesto al señalar con su mano el nuevo semáforo y las estaciones del transporte semimasivo solitarias.
Algunos señalamientos de las estaciones ya lucen caídos. Otras permanecen a plena luz del día con las luces encendidas y el carril exclusivo para las unidades es utilizado por los conductores desesperados que entre los cuellos de botella buscan alcanzar los semáforos en verde o dar vuelta donde ya no es permitido.
“Es que no es posible que hagan esto. Toda la vida hemos transitado así ¿y de buenas a primeras ya no?, No, no, uno no se acostumbra, aparte cómo va a pasar uno por esas vías alternas todas malas, sin pavimento y con muchos baches”, expresó uno de los habitantes de la calle Capulín, quien participó hace unos días en la manifestación en contra del cambio de sentido en 11 vialidades del bulevar Zaragoza.
“Esto no sirve, ni para qué lo hicieron, nomás pa’ justificar el despilfarro de dinero”, expresó molesto otro automovilista que pese a ya no poder tomar dar vuelta hacia la izquierda por la calle Piña para tomar el bulevar Zaragoza, tenía puesta la direccional en ese sentido.
La infraestructura del transporte semimasivo comenzó a construirse a mediados del año pasado con el objetivo de estar terminado el proyecto para antes de que culminara la administración, cosa que no sucedió. Para realizarlo se obtuvo un crédito por 300 millones de pesos, de los cuales no se sabe a ciencia cierta cuánto se ejerció, aunque a decir del anterior síndico municipal, fueron 260 millones de pesos.
Pese a realizar ajustes en el presupuesto para invertirle más al proyecto y apresurar la obra, al grado de llegar a trabajar de noche durante los últimos meses, la administración no terminó. El transporte no se inauguró a pesar de que existía la intención de hacerlo, pero con la advertencia de un grupo de concesionarios que amenazaba con boicotear el evento, mejor fue cancelado.
Ahora el proyecto pasó a manos del Estado y no existe aún fecha de arranque.
En abril, el Gobierno Municipal recortó el presupuesto para el bacheo y pavimento para invertir más en las obras del semimasivo.
De acuerdo con archivos periodisticos, con las modificaciones al Presupuesto de Egresos del 2010 que autorizó el Cabildo en la sesión 91 se disminuyeron 44 millones 700 mil pesos a la inversión en pavimentación y bacheo de vialidades, pero se asignaron 66 millones de pesos al proyecto del transporte semimasivo.
El entonces director general de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Sergio Acosta del Val, afirmó que la inversión que se recortó era para ejecutar obras en calles sin asfalto.
La inversión autorizada inicialmente por el Cabildo para la Dirección de Obras Públicas y Desarrollo Urbano era de 166 millones 791 mil 938 pesos, y con las adecuaciones quedó en 213 millones 81 mil 261 pesos.
Originalmente se proyectó gastar 48 millones 137 mil 807 pesos en pavimentación y bacheo de vialidades, pero con las modificaciones bajó hasta 3 millones 437 mil 322 pesos.
Meses después se anunció el desecho de 50 camiones de la línea Tierra Nueva con la operación de la primera ruta troncal del sistema semimasivo, unidades que no han sido sacadas de circulación y en contraste, el aplazamiento del proyecto mantiene desconcertados a los concesionarios.
De acuerdo con el Gobierno Municipal, la primera ruta de la red de transporte semimasivo iniciaría a mediados de septiembre y saldría de la Presidencia Municipal hasta Tierra Nueva, sobre el bulevar Independencia, y viceversa. Los camiones circularían por la calle Francisco Villa, el eje vial Juan Gabriel y el bulevar Zaragoza, sobre un carril confinado.
En el pasado mes de septiembre, ya con el cierre de la administración encima, trabajadores del Municipio instalaron durante la madrugada barreras de color amarillo en algunas de las paradas de los autobuses del transporte semimasivo, ubicadas sobre el bulevar Zaragoza para confinar el carril de la extrema izquierda ante el próximo inicio del servicio.
Sin embargo, la acción causó problemas viales puesto que muchos conductores no respetaron los señalamientos, además la reducción de un carril obligó a quienes daban vuelta a esperar luz verde, obstruyendo el cuerpo medio de la arteria vial y, dejando libre sólo el de la extrema derecha para quienes circulaban derecho.
Frente a esta situación algunos conductores constantes de esa avenida han protestado y manifestaron su desacuerdo con la colocación de los paraderos del transporte semimasivo, ya que opinan que sólo se ha hecho el tráfico más lento.
De última hora, ya en plena transición de la administración local hace unos días, el transporte semimasivo pasó a manos de Gobierno del Estado por acuerdo que se alcanzó en una sesión extraordinaria de Cabildo.
Entre dimes y diretes de los regidores y con una votación de 12 a favor -el del alcalde, 3 del PRI, 7 del PAN y uno del PANAL- y 7 en contra de ediles del Revolucionario Institucional, se dio por aprobado el que llamó convenio de colaboración con Gobierno del Estado.
Hasta ayer el transporte semimasivo siguió varado. Pese a que después de varios aplazamientos se tenía como fecha de inauguración el 8 de octubre, todo continuaba igual: Las estaciones solas, las vialidades sin cambios de sentido, los cruceros sin oficiales de tránsito que orientaran a los automovilistas sobre los cambios en las vialidades y hasta con autos circulando por el carril exclusivo para los camiones de pasajeros que se utilizaran en ese programa.
En su momento, la Dirección de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, dispuso el cambio de sentido en las calles Vicente Guerrero, Ejido Ascensión, Capulín y Canadá, para que funcionen sólo de norte a sur.
Mientras que en las calles Leona Vicario, Ramón Rayón, Ejido San Valentín, Garambullo y Ceilán la circulación se limitó a de sur a norte. En tanto que la calle Ejido Madera de oriente a poniente y la calle Ejido Buenaventura en sentido de poniente a oriente. (Berenice Gaytán/El Diario)