REFORMA
Enrique Quintana Escucha su PODCAST
2 Sep. 10
¿Se ha fijado que hay paralelos entre México y Mexicana? Hay que cuidar que no nos pase lo mismo que a la aerolínea
Cada vez resulta más claro que la situación en la que cayó Mexicana derivó de una secuencia de hechos y decisiones que se conjugaron. Le enlisto algunas de las más relevantes.
1.- Errores de gestión. No fue sólo el entorno lo que llevó al grupo a la virtual bancarrota. Hubo una secuencia de malas decisiones en materia de gestión de la aerolínea.
Hubo una expansión excesiva en tiempos de vacas flacas. Las inversiones para ampliar rutas y cambiar imagen, por ejemplo, implicaron grandes desembolsos hechos a destiempo, cuando el mercado no iba a pagarlos.
Tampoco hubo el esfuerzo de capitalización suficiente. La confección del grupo de accionistas y las diferencias existentes entre ellos condujeron a que no se invirtiera lo necesario.
2.- Contratos colectivos onerosos. Aunque ahora los pilotos y sobrecargos muestran una gran disposición para reducir prestaciones, mejorar productividad, e incluso ajustar personal, no lo hicieron en el pasado. Y los costos laborales muy por arriba del promedio pusieron, no un granito de arena, sino una roca, para hacer que las finanzas de la empresa se fueran a pique.
3.- Negligencia de la autoridad. Las autoridades del sector dejaron que hubiera un deterioro sistemático de las finanzas de la aerolínea y hasta el momento en el que otra instancia del Gobierno, la Secretaría de Hacienda, negó el aval a la colocación de un bono, se empezaron a preocupar. La misma negligencia se presentó con la pérdida en la capacidad de supervisión de la dirección de aeronáutica civil. Reaccionaron hasta que la FAA de EU degradó a México.
En el caso de México como país, hay paralelos con esta historia corporativa.
1.- Errores de conducción. Aquí podríamos remontarnos varios sexenios y establecer múltiples ámbitos en los que se cometieron dichos errores. Pero le enlisto un par sólo a manera de ejemplos. Hoy pareciera que estamos preocupadísimos por el mercado interno, pues no repunta, y el aliento del mercado exterior ya se está acabando.
El problema es que por años y años, programas y discursos fueron y vinieron, y la debilidad de nuestro mercado doméstico siguió siendo crónica.
El otro tema notorio es el de la educación. Se diseñó un sistema lleno de deformidades que no incentivaba ni la disciplina, ni el talento, ni la creatividad; que generó privilegios y burocracia y ahora vamos a tardar muchos años en corregirlo... si es que algún día lo corregimos.
2.- Rentas onerosas. Nuestro País ha procreado múltiples sectores que viven de las rentas que obtienen a costa de los demás. Ponga aquí a los monopolios, públicos y privados; a los sindicatos que tienen condiciones de privilegio respecto a todos los otros trabajadores; a los que viven de los subsidios; a los informales que usufructúan los servicios financiados por quienes sí pagamos impuestos; a los funcionarios eternizados, entre otros.
3.- Negligencia de la autoridad. El ejemplo más obvio es el de la delincuencia. Era más fácil no hacer nada o muy poco. Y las consecuencias las estamos pagando ahora, y a costo altísimo.
Ojalá que a nuestro País no le vaya a pasar lo que a Mexicana, que hasta la víspera de que se fuera a pique decía que... los problemas eran menos graves de lo que parecían.
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2 Sep. 10
¿Se ha fijado que hay paralelos entre México y Mexicana? Hay que cuidar que no nos pase lo mismo que a la aerolínea
Cada vez resulta más claro que la situación en la que cayó Mexicana derivó de una secuencia de hechos y decisiones que se conjugaron. Le enlisto algunas de las más relevantes.
1.- Errores de gestión. No fue sólo el entorno lo que llevó al grupo a la virtual bancarrota. Hubo una secuencia de malas decisiones en materia de gestión de la aerolínea.
Hubo una expansión excesiva en tiempos de vacas flacas. Las inversiones para ampliar rutas y cambiar imagen, por ejemplo, implicaron grandes desembolsos hechos a destiempo, cuando el mercado no iba a pagarlos.
Tampoco hubo el esfuerzo de capitalización suficiente. La confección del grupo de accionistas y las diferencias existentes entre ellos condujeron a que no se invirtiera lo necesario.
2.- Contratos colectivos onerosos. Aunque ahora los pilotos y sobrecargos muestran una gran disposición para reducir prestaciones, mejorar productividad, e incluso ajustar personal, no lo hicieron en el pasado. Y los costos laborales muy por arriba del promedio pusieron, no un granito de arena, sino una roca, para hacer que las finanzas de la empresa se fueran a pique.
3.- Negligencia de la autoridad. Las autoridades del sector dejaron que hubiera un deterioro sistemático de las finanzas de la aerolínea y hasta el momento en el que otra instancia del Gobierno, la Secretaría de Hacienda, negó el aval a la colocación de un bono, se empezaron a preocupar. La misma negligencia se presentó con la pérdida en la capacidad de supervisión de la dirección de aeronáutica civil. Reaccionaron hasta que la FAA de EU degradó a México.
En el caso de México como país, hay paralelos con esta historia corporativa.
1.- Errores de conducción. Aquí podríamos remontarnos varios sexenios y establecer múltiples ámbitos en los que se cometieron dichos errores. Pero le enlisto un par sólo a manera de ejemplos. Hoy pareciera que estamos preocupadísimos por el mercado interno, pues no repunta, y el aliento del mercado exterior ya se está acabando.
El problema es que por años y años, programas y discursos fueron y vinieron, y la debilidad de nuestro mercado doméstico siguió siendo crónica.
El otro tema notorio es el de la educación. Se diseñó un sistema lleno de deformidades que no incentivaba ni la disciplina, ni el talento, ni la creatividad; que generó privilegios y burocracia y ahora vamos a tardar muchos años en corregirlo... si es que algún día lo corregimos.
2.- Rentas onerosas. Nuestro País ha procreado múltiples sectores que viven de las rentas que obtienen a costa de los demás. Ponga aquí a los monopolios, públicos y privados; a los sindicatos que tienen condiciones de privilegio respecto a todos los otros trabajadores; a los que viven de los subsidios; a los informales que usufructúan los servicios financiados por quienes sí pagamos impuestos; a los funcionarios eternizados, entre otros.
3.- Negligencia de la autoridad. El ejemplo más obvio es el de la delincuencia. Era más fácil no hacer nada o muy poco. Y las consecuencias las estamos pagando ahora, y a costo altísimo.
Ojalá que a nuestro País no le vaya a pasar lo que a Mexicana, que hasta la víspera de que se fuera a pique decía que... los problemas eran menos graves de lo que parecían.