Sígueme en Blogger Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en Twitter Sígueme en Youtube Sígueme en Telegram Sígueme en Tik Tok

El engaño de Mexicana

EXCELSIOR

Con Tenedora K, sus nuevos propietarios, se intentó alargar la agonía de la empresa para hacer un buen negocio especulativo.

Jorge Fernández Menéndez
Mexicana de Aviación suspendió desde el sábado sus actividades. En un comunicado, Tenedora K, sus nuevos propietarios, argumentaron que ello se debía a que no habían podido concretar acuerdos con los trabajadores para reducir costos y hacer viable la operación de la aerolínea mientras llegaban otros inversionistas. Es una verdad a medias y éstas suelen terminar siendo una mentira.
Con Tenedora K se intentó alargar la agonía de la empresas para hacer un buen negocio especulativo. La mejor explicación, en el ámbito oficial, de lo que intentaban los nuevos propietarios de Mexicana, la dio el secretario del Trabajo, Javier Lozano, en un texto publicado ayer en El Universal. Dice Javier que "pensaron que este gobierno federal actuaría igual que sus antecesores. So pretexto de que estamos frente a un servicio público concesionado, habría recursos fiscales para rescatar, por enésima vez, a tan importante compañía. Faltaba más. Las fórmulas estaban a la vista: financiar combustible, servicios aeroportuarios y del espacio aéreo. Extensión por dos décadas de un contrato de arrendamiento en la Terminal 1 del aeropuerto capitalino. Créditos puente para salvar el escollo y un empujoncito con los acreedores bancarios más visibles para que no insistieran en conservar sus garantías frente a un concurso mercantil ya demandado. En el extremo, la esperanza de siempre de recomprar la empresa y administrarla como una paraestatal para, ulteriormente, volverla a privatizar. Sin embargo, desde un principio se dijo, y se cumplió, que el gobierno federal no entraría a rescatar con recursos de los contribuyentes a NGA y que tampoco habría requisa, es decir, la intervención directa del Estado para seguir operando y administrando las aerolíneas. La premura, la fragilidad financiera del grupo y la importancia que representa el nombre de Mexicana de Aviación, junto con los compromisos asumidos con pasajeros y clientes, así como con los acreedores del grupo, hicieron suponer también a los compradores de NGA que los sindicatos de tripulantes de las aerolíneas cederían a ciegas las prerrogativas que sus contratos colectivos les otorgan y con ello renunciarían a sus derechos adquiridos. Todo lo anterior fue un muy mal cálculo". Hasta ahí la explicación de la crisis dada por el secretario del Trabajo, participante directo en las negociaciones entre la empresa, los sindicatos y el gobierno.
Quedan, sin embargo, muchos puntos delicados por resolver. Mexicana vendió, en medio de esta crisis, más de mil 350 millones de pesos en boletos, mismos que los pasajeros perdieron. Incluso la empresa estableció unos números telefónicos para reclamaciones que desde el sábado no contesta nadie. Argumentaron que se quedaron sin dinero porque Banorte y HSBC hicieron efectivas sus garantías y les cortaron el flujo de recursos. Pues tampoco era verdad, Banorte lo dejó en claro el mismo domingo. La empresa Tenedora K, cuyos integrantes tenían una estrecha relación de negocios con los anteriores propietarios de Mexicana, sólo invirtió lo mínimo necesario para mantener unos días en una operación muy limitada a la empresa, con la esperanza de acabar con los contratos colectivos y hacer más atractiva la venta a otros inversionistas. Y si a eso le sumamos la inexplicable caída de México de la categoría uno a la dos en la clasificación de la FAA estadunidense, lo que implica que las rutas de Mexicana a ese país no podrán ser cubiertas por aerolíneas nacionales, tenemos un cuadro completo: se buscó que esos nuevos inversionistas fueran asociados con aerolíneas extranjeras y, si no es así, serán éstas las que comunicarán a muchas de las principales ciudades estadunidenses con México porque, si no, simplemente no habrá posibilidad de comunicación con ellas.
Lo que queda claro es que la quiebra de Mexicana fue programada con anterioridad, que la operación con Tenedora K pareció ser parte de una salida que continuara ese mismo proceso cuando las cosas, como dijo Lozano, se salieron de cauce por un "mal cálculo". Y, por lo pronto quedan literalmente en el aire, pero en tierra, miles de trabajadores y de pasajeros que fueron engañados por la empresa y que no tienen la necesaria protección oficial.
Sígueme en Blogger Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en Twitter Sígueme en Youtube