Por: Ramiro Valencia
Histórica, colonial e industrial, San Juan del Río ha sido por siglos el paso obligado y la puerta de acceso hacia la antigua región minera de Tierra Adentro. Esta privilegiada ubicación además de su templado clima y la cercanía con la capital del país, han hecho de esta ciudad el destino preferido de muchos viajeros.
Viernes
19:00 horas
Al llegar a San Juan, nos hospedamos en el céntrico Hotel Colonial y después nos dirigimos al restaurante Portal de Reyes, ubicado en los portales de la Avenida Juárez, anteriormente llamada Calle Nacional y que constituía el Camino Real de Tierra Adentro hacia las regiones de la plata. Para saciar el hambre, pedimos como entrada unos tradicionales sopecitos acompañados de salsa molcajeteada y de plato fuerte unas deliciosas enchiladas queretanas que, al abrigo de los antiguos portales, se sienten más queretanas.
Sábado
10:30 horas
Caminando unos metros hacia el poniente, encontramos el Templo y ex convento de Santo Domingo, obra concluida hacia 1691, utilizada como hospital y hospicio para los frailes evangelizadores que incursionaban en la Sierra Gorda. Este lugar sirvió también para que los frailes dominicos aprendieran las lenguas otomí, pame y jonaz, necesarias para su labor en las agrestes tierras serranas. Actualmente alberga la Presidencia Municipal, que mantiene abierta sus puertas para conocer el patio.
11:30 horas
Sobre la misma calle, pero al oriente, topamos con la Plazuela del Santuario del Señor del Sacromonte (siglo XIX), en cuya torre del lado derecho se conserva el primer reloj público instalado en la ciudad. En un extremo de la plazuela se ubica la Sala Museográfica Ixtachichimecapan, donde la exhibición de piezas arqueológicas nos lleva por la historia prehispánica de la región.
Sobre la misma calle, pero al oriente, topamos con la Plazuela del Santuario del Señor del Sacromonte (siglo XIX), en cuya torre del lado derecho se conserva el primer reloj público instalado en la ciudad. En un extremo de la plazuela se ubica la Sala Museográfica Ixtachichimecapan, donde la exhibición de piezas arqueológicas nos lleva por la historia prehispánica de la región.
12:30 horas
En la plazuela abordamos el tranvía turístico, que nos llevó a recorrer los principales puntos de interés en compañía de un guía especializado, dándonos así un primer vistazo a la ciudad.
En la plazuela abordamos el tranvía turístico, que nos llevó a recorrer los principales puntos de interés en compañía de un guía especializado, dándonos así un primer vistazo a la ciudad.
14:30 horas
Ya de regreso comimos en el restaurante La Bilbaína, donde la especialidad es la comida española, y en la que disfrutamos el vaivén cotidiano de las calles.
Ya de regreso comimos en el restaurante La Bilbaína, donde la especialidad es la comida española, y en la que disfrutamos el vaivén cotidiano de las calles.
16:00 horas
A unas seis cuadras de distancia se encuentra el Templo del Calvario, una pequeña y hermosa edificación del siglo XVIII, que casi siempre se encuentra cerrada. Caminamos unos metros por la misma calle que se convierte en andador y llegamos al antiguo Panteón de la Santa Veracruz, en el que hoy funciona el Museo de la Muerte, único en su género en nuestro país. El propósito del museo es presentar a la muerte como fenómeno cultural, mostrando cuatro grandes momentos: la muerte en Mesoamérica, en la Nueva España, la laica y la de la cultura popular contemporánea.
A unas seis cuadras de distancia se encuentra el Templo del Calvario, una pequeña y hermosa edificación del siglo XVIII, que casi siempre se encuentra cerrada. Caminamos unos metros por la misma calle que se convierte en andador y llegamos al antiguo Panteón de la Santa Veracruz, en el que hoy funciona el Museo de la Muerte, único en su género en nuestro país. El propósito del museo es presentar a la muerte como fenómeno cultural, mostrando cuatro grandes momentos: la muerte en Mesoamérica, en la Nueva España, la laica y la de la cultura popular contemporánea.
17:30 horas
Regresamos calles abajo y doblamos por la calle Miguel Hidalgo. Una cuadra adelante se nos presentó la Plaza de la Independencia, ubicada en el centro geográfico de la ciudad, donde se halla una fuente recién remozada con la Columna de la Independencia. Al frente se encuentra un conjunto religioso conformado por el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, concluido en 1728 y dedicado al uso de los españoles, junto con el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en el cual se venera la imagen de San Juan Bautista, patrono de la ciudad. Todo este conjunto central es rematado por la Plaza de los Fundadores, ubicada en lo que hasta 1854 fuera el panteón, y que se encuentra adornada por un quiosco en su parte central y una placa de bronce donde se hace mención de los fundadores.
Regresamos calles abajo y doblamos por la calle Miguel Hidalgo. Una cuadra adelante se nos presentó la Plaza de la Independencia, ubicada en el centro geográfico de la ciudad, donde se halla una fuente recién remozada con la Columna de la Independencia. Al frente se encuentra un conjunto religioso conformado por el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, concluido en 1728 y dedicado al uso de los españoles, junto con el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en el cual se venera la imagen de San Juan Bautista, patrono de la ciudad. Todo este conjunto central es rematado por la Plaza de los Fundadores, ubicada en lo que hasta 1854 fuera el panteón, y que se encuentra adornada por un quiosco en su parte central y una placa de bronce donde se hace mención de los fundadores.
19:30 horas
Caminando por la calle 16 de Septiembre nos encontramos la Casa de Cantera, construida por el coronel español don Esteban Díaz González y de la Campa, entre 1809 y 1810. Iturbide, a su paso para Querétaro en 1821, se alojó en esta casa pese a que su propietario era español. Como ahora está ocupada por el restaurante-bar Casa Real, entramos a tomar un aperitivo.
Caminando por la calle 16 de Septiembre nos encontramos la Casa de Cantera, construida por el coronel español don Esteban Díaz González y de la Campa, entre 1809 y 1810. Iturbide, a su paso para Querétaro en 1821, se alojó en esta casa pese a que su propietario era español. Como ahora está ocupada por el restaurante-bar Casa Real, entramos a tomar un aperitivo.
Domingo
8:00 horas
Para conocer los alrededores, tomamos la carretera No. 57 rumbo a la ciudad de Querétaro. Unos cuantos kilómetros adelante está el Hotel Misión La Mansión, instalado en un hermoso casco de hacienda del siglo XVI, en el que tuvimos la oportunidad de desayunar una tradicional barbacoa, además de un sinnúmero de platillos mexicanos.
11:00 horas
Continuamos por la misma carretera y comenzamos a notar cómo a nuestra derecha, paralela al camino, habría una enorme falla geográfica que despertó nuestra curiosidad. Alrededor del kilómetro 12 existe un mirador donde es posible detener el auto y bajarse para admirar la Barranca de Cocheros, enorme falla que encauza en su fondo el arroyo del mismo nombre y que vierte sus aguas en la Presa Centenario.
Continuamos por la misma carretera y comenzamos a notar cómo a nuestra derecha, paralela al camino, habría una enorme falla geográfica que despertó nuestra curiosidad. Alrededor del kilómetro 12 existe un mirador donde es posible detener el auto y bajarse para admirar la Barranca de Cocheros, enorme falla que encauza en su fondo el arroyo del mismo nombre y que vierte sus aguas en la Presa Centenario.
12:30 horas
Regresamos a San Juan del Río por la calle Juárez. Cuando la calle se adelgaza al cruzar un puente de piedra, nos detuvimos. Se trata del Puente de la Historia, construido en 1710 bajo la orden del virrey don Francisco Fernández de la Cueva. Debido al auge minero del norte, San Juan del Río fungía como el poblado que iniciaba el Camino de Tierra Adentro, y así el puente se convirtió en “la puerta del camino de tierra adentro”.
13:30 horas
Continuando por la calle de Juárez nos detuvimos en el Templo y Hospital de San Juan de Dios (siglo XVII) administrado por los monjes juaninos. Presenta una fachada barroca de gran sobriedad y sencilla decoración interior. Un poco más adelante visitamos el Beaterio de las Hermanas Terceras, también con una fachada sobria, pero con una hermosa decoración barroca digna de conocer y que sin duda permanecerá en nuestra memoria durante mucho tiempo.
Continuando por la calle de Juárez nos detuvimos en el Templo y Hospital de San Juan de Dios (siglo XVII) administrado por los monjes juaninos. Presenta una fachada barroca de gran sobriedad y sencilla decoración interior. Un poco más adelante visitamos el Beaterio de las Hermanas Terceras, también con una fachada sobria, pero con una hermosa decoración barroca digna de conocer y que sin duda permanecerá en nuestra memoria durante mucho tiempo.
Cómo llegar
San Juan del Río se encuentra a 137 km al noroeste de la Ciudad de México. Para llegar puedes tomar la carretera No. 57 D siguiendo esa dirección