Por fuera la Central del Norte lucia como siempre, tranquila; en la taquilla de Primera Plus la atención sorprende; en 40 segundos vendieron nuestro boleto, de fabula su velocidad.
El problema fue la sala de espera, totalmente desbordada, gente por todos lados, solo un par de personas revisando en una eterna fila a los pasajeros, en consecuencia el trato no es de lo mas amable que se espera, avientan pertenencias, le gritan a todo mundo; un verdadero caos la pequeña sala para la enorme demanda de Primera Plus, y por si fuera poco la comparten con ETN. Increíble que una central tan grande, con mas de 120 posiciones, solo den 6 a Primera Plus.
A pesar de todo, de tal cantidad de humanos aglomerados en ese pequeño cuadro, a pesar de un anden desbordado las salidas de los autobuses fluyen, con solo 2 o 3 minutos de retraso de las horas de salida que exhiben en sus parabrisas. Todo funciona con el altavoz, algunos gritos y la gente buscando sus transportes de acuerdo al destino en los mobitec y el horario del parabrisas.
Los que buscan hacer su agosto son los maleteros, fieles a su costumbre piden dinero a los pasajeros a cambio de solo subir sus maletas a la cajuela, un movimiento de no mas de un metro y ya sienten que merecen una buena cantidad.
El lunch que nos entregan contiene: un agua de 500 ml; una lata de Boing de manzana fría, una barra de fruta y un sandwich lonchibon.
El autobús es un Irizar i8, con asientos más grandes, anchos y altos, que te aíslan completamente de los pasajeros del frente y de atrás, pero por lo mismo de su gran tamaño dejan un pasillo muy angosto para moverse.
Los nuevos asientos de los i8 son cómodos por su gran tamaño pero aun podrían ser mejores en especial los de la parte delantera que cuentan con un descansapiernas no aptos para personas mayores de 1.70 m de estatura.
Las pantallas individuales funcionan bien, después de 22 minutos de anuncios del grupo flecha Amarilla podemos ver su renovada interfaz, con contenido moderno en las películas, censuradas, y con una extraña selección de música.
Existen audífonos en cada portarevistas de los asientos, pero ademas hay mas juegos en el primer portaequipaje; por cierto los portaequipajes tienen tapas.
Los sanitarios también son mas grandes y todo es touch, pero este autobús en particular ya cumplió un año de servicio y muestra en el sanitario la edad, algunos controles no funcionan a la primera.
El sonido del motor se reduce a un murmullo, aun se sienten los baches e imperfecciones del camino y el aire acondicionado no es tan frió como nos gustaría.
Nos agradan las persianas para el sol, las cortinas, portavasos, tomacorrientes, que son de baja tensión porque solo cargan teléfonos pero no laptops, algo que hasta cierto punto es muy positivo porque aumenta la seguridad.
El WiFi funciona bien mientras estamos cerca de zonas pobladas, algo que hay que achacarle mas a las compañías telefónicas que al la empresa transportista.
El tiempo de viaje fue de media hora mas de lo previsto, pero llegamos con bien.