Ifema retrasa FIAA para encajarla mejor en el calendario ferial europeo y reforzar la presencia de un sector en auge
Madrid 18 MAY 2017 - 17:28 CEST
Cuando en este mundo de trenes ultrarrápidos y vehículos autónomos se pregunta a los expertos cómo será la movilidad del futuro, la respuesta de muchos de ellos se parece mucho a algo que ya existe desde hace siglos: el autobús. Grandes, pequeños, simples o de lujo, el negocio del autobús y el autocar mueve, solo en España, más de 300 millones de euros y proporciona más de un millar de empleos directos. Ifema abre sus puertas a las últimas novedades del sector en la Feria Internacional del Autobús y el Autocar (FIAA) del 23 al 26 de mayo en los pabellones 7 y 9 del recinto ferial del Campo de las Naciones.
En realidad, la que abre ésta semana es la edición de 2016 de la feria, aplazada a petición de las propias empresas para encajar mejor con el calendario ferial europeo; a partir de este año, la exhibición continuará con su habitual periodicidad bienal. 120 empresas tienen previsto mostrar sus propuestas y novedades en carrocería, chasis, vehículos completos, servicios y accesorios, a lo largo de 22.000 metros cuadrados de exposición, un 20% más que en pasadas ediciones.
La celebración de FIAA, que cuenta con el respaldo de las principales asociaciones del sector, se enmarca en un momento de dinamismo y reactivación del mercado español. Así lo revelan los datos de la patronal carrocera Ascabus que señalan incrementos superiores al 22% en facturación, 15% en empleo, y 23% en producción en los últimos dos años, con la matriculación de 3.759 autobuses en 2016. A ello se suma la importancia social del autobús en España, que absorbe el 50% del número de viajeros en transporte público.