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Viajando en Transpais Vista


Un buen dia en Tampico decido ir a dar una vuelta a Monterrey, antiguamente habia hecho ese traslado en Sendor, que hace escala en Victoria y sube a un simpatico empleado de Senda a vender viandas a medio camino. Asi que consulto la pagina d einternet solo para enterarme que ya solo hay Transportes del Norte en servicio de primera y en uno que se llama Diamante, asi que me enfilo a la central a preguntar que es eso de Diamante. Una vez ahi descubro que Transpais ya anda de forma independiente a Senda y tambien ofrece la misma ruta, pero en unidades de doble piso nuevas. Ademas de que la atractiva chica de taquilla ofrece todo muy bonito, dice que en todos los horarios hay autobuses nuevos y dan un superexcelente trato. Del servicio Diamante supe que es en autobuses nuevos con pantallas individuales, pero con pocos horarios.

En internet verifico la informacion de Transpais, efectivamente todas las corridas a Monterrey son en el servicio Vista que es en autobuses Doble piso, pero tiene muchas versiones: Expresso, Directo, Semidirecto y Privado, este ultimo 50 pesos mas caro.

Acudo al otro dia con la atractiva promotora de ventas de Transpais y le pregunto por el servicio "privado" ella dice que es en las unidades nuevas en la parte de abajo del autobus donde hay un salon privado y ademas dan un ligero refrigerio al abordar; ella insiste que en todos los horarios son autobuses muy bonitos, pero por las dudas mejor compro para el privado de las 22:00.

Como es tradicional en la pequeña central de Tampico las salas de espera son genericas con una interesante mescolanza de sillones rojos, azules y sillas negras, ademas de pantallas y TV de chile mole y manteca. No hay enchufes electricos y el WiFi disponible es el de las unidades foraneas, de los Futura Mix, Transpais Vista, algunos ADO, TDN Diamante, ETN y ODM Plus.

Diez minutos antes de la salida aparece el majestuoso Mercedes Benz Paradisso 1800 DD G7, es decir el Transpais Vista con un autobus con apenas una semana de uso, muchas personas lo observan entretenidas. Los equipajeros hacen su labor y aparece la promotora de ventas ataviada con su banda de Transpais, da la bienvenida a cada pasajero con una sonrisa mientras el operador reparte cajas con audifonos nuevos.  El enorme autobus no lo es tanto al subir a el, un minusculo pasillo sirve de lobby a la escalera, sanitario, cabina y salon privado; busco los portaequipajes comunes en los Ayats, pero aqui no existen, la promotora me dice que lo coloque debajo del asiento. por cierto no entregaron refrigerio pero si unas bonitas almohadas la cuale en honor de la verdad no devolvi.



En el salon privado hay doce asientos compartidos, 4 pequeñas pantallas, aire acondicionado, descansapiernas y un telefono que sirve para saludar al operador en caso de ser necesario. En el lobby ademas existe una camara que le comunica al conductor sobre cualquier cosa. En la parte superior hay 52 asientos sin descansapiernas y algunas pantallas pegadas al techo, ene sa zona si existen pequeños portaequipajes.



Salimos de la central de Tampico sin refrigerio, pero paramos a las tres cuadras en la central de Transpais, la que se ve muy iluminada, nadie sube, tampoco subieron los refrigerios y las pantallas continuan sin pelicula, descubro que el WiFi funciona pero no hay enchufes electricos. En Altamira, ya para salir del bloque urbano se para en otra miniterminal donde abordan dos personas y el operador empieza a repartir box lunch, los cuales constan de sandwich y bebida de naranja bien fria, de hecho es la bebida que me han dado en un autobus mas fria que he tomado.

A las tres cuadras de esa central nos estacionamos, los operadores vienen y van debajo del autobus, arriba de el no hay mucho espacio para andar dando vueltas. Como el autobus esta lleno me cuesta trabajo andar de chismoso a ver que paso pero estamos detenidos mas de diez minutos, en un momento dado apagan el motor y todos lo toman con filosofia, parece que nada les puede sorprender, nadie reclama, nadie se baja. Despues de cinco minutos sin aire acondicionado vuelven a encender el motor, al parecer la computadora dice que algo falla pero no encuentran que. Asi que arrancamos con escolta mecanica en una nissan. Aceleran el autobus, se sienten los cambios ccomo si trajera trasmision dual, despues de unos cientos d emetros lo vuelven a parar y ahacer lo mismo, un rato apagado mientras observan el motor y el mecanico hace ajustes, increiblemente los pasajeros no dicen nada, ni preguntan ni se espantan. Una vez mas lo mueven pero ahora a baja velocidad, otros cientos de metros adelante la misma operacion, van a ver el motor pero ahora no lo apagan, mas adelante el mecanico les dala bendicion en una cuarta parada y emprendemos el camino sin un solo pasajero alterado.

En si la suspension es muy suave, aunque si se sienten las imperfecciones del camino el rebote en topes y baches no es tan dramatico como en otras unidades foraneas, el bamboleo propio de una unidad tan alta es ligeramente inferior al Ayats y muy por debajo de los Busscar DD, claro que no se esta viajando en las mismas condiciones, las carreteras de Tamaulipas son suaves y lisas con grandes rectas a diferencia de las zonas donde circulan habitualmente los Ayats. Por lo mismo los brincos en la parte superior trasera del autobus son menores. Sin embargo en conjunto la unidad se siente mucho mas firme.

En confort de los asientos es un punto a resaltar, propio de los productos Marcopolo, son bastante comodos y mullidos, en parte por ser nuevos y en parte porque estan muy bien diseñados, con amplios descansapiernas como deben de ser y no una triste imitacion de algo similar a un descansapiernas. El conjunto funciona muy bien, tan comodos que en un momento olvide que los monitores nunca fueron encendidos. Aunque resulte extraño en un autobus de tantos asientos, al llegar a Monterrey continuaba profundamente dormido. Tanto espacio se puede deber a que viajaba en el asiento 4, por lo que no tenia a nadie reclinado enfrente.

Excelente autobus, muy comprimido, comodo, sin pantallas individuales ni enchufes pero con un excelente toque humano. Mas con las costumbre de Transpais puesto que en un pueblo donde apenas habia una casetita alguien abordo al autobus como pasajero, ¿no era un servicio directo ejectuvo?

En Monterrey arribamos aa la nueva central de Transpais, muy funcional, limpia e iluminada; lo interesante es que para las personas que necesitan ir a la central normal los llevan en camionetas Urban de Nissan, a pesar de ser solo una cuadra, eso si es servicio al cliente. otro detalle no todos los autobuses en esa ruta son nuevos, estan los clasicos Vista repintados asi que para asegurar que subira al G7 pida su viaje en el servicio privado.

Por cierto, la falla fue un sensor.

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