Crecen alarmantemente asaltos con violencia a autobuses federales de pasajeros: Canapat

Jueves, 27 de mayo de 2010
La Jornada de Oriente - Puebla - Sociedad y Justicia


Crecen alarmantemente asaltos con violencia a autobuses federales de pasajeros: Canapat

JAVIER PUGA MARTINEZ
En el estado de Puebla se han cometido 50 por ciento menos asaltos al transporte público foráneo en lo que va del año que al mismo periodo de 2009; sin embargo, los 25 que se han perpetrado han sido mucho más violentos, pues han dejado homicidios, violaciones y lesiones con arma de fuego a pasajeros y conductores.
Los puntos más peligrosos para este tipo de transporte son dos: las regiones de Xicotepec de Juárez y La Ceiba, en la Sierra Norte, así como la de San Martín Texmelucan, al centro poniente de la entidad.
Tan sólo la semana pasada murió un operador de autobús en La Ceiba, cuando unos delincuentes le intentaron quitar sus pertenencias; hace poco más de un mes, una mujer fue violada en Zacatlán luego de que unos sujetos despojaron de sus pertenencias al resto de los pasajeros del camión en que viajaba. A principios de este año un policía tlaxcalteca murió en la autopista México–Puebla al tratar de frustrar un asalto.
En total, cinco personas han perdido la vida en asaltos carreteros, en al menos ocho de los 25 atracos a unidades del transporte foráneo ocurridos este año en el estado han dejado un lesionado por arma. Las pérdidas económicas para los viajeros y para las empresas transportistas no han sido cuantificadas.
Así lo dio a conocer el coordinador sur–sureste de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasajeros y Turismo (Canapat), Arturo Balderas Moyano, tras la reunión del Comité de Seguridad en Carreteras que se realizó la mañana de este miércoles en las instalaciones de la Central de Autobuses de Puebla.
En entrevista, el directivo subrayó que existen dos factores que facilitan la delincuencia en esas zonas: en Huauchinango, Xicotepec y La Ceiba sólo existen tres destacamentos de la Policía Federal los cuales concentran sólo a 15 agentes, mismos que se tienen que distribuir en tres turnos en 24 horas y cubrir una distancia de 100 kilómetros.
A esto se le suma que no existe coordinación entre las corporaciones de las policías federal, estatal y municipal, las cuales podrían realizar trabajos conjuntos y disminuir la incidencia de esos delitos, indicó.
El otro factor ocurre en la zona limítrofe de los estados de Puebla y México, en el municipio de San Martín Texmelucan, pues aquí es el lugar donde los asaltantes abordan el transporte público foráneo, pero terminan consumando un asalto con violencia contra los pasajeros pero en territorio mexiquense, destacó Balderas Moyano, quien pugnó por una coordinación más amplia entre las procuradurías estatales.
En ese sentido, informó que la Canapat solicitó al gobierno federal que sume más agentes a los destacamentos de la Sierra Norte poblana, que convoque a los tres niveles de gobierno para aplicar operaciones conjuntas pues son los usuarios y los empresarios quienes están perjudicados por la falta de trabajo conjunto.
A esto se debe agregar que sólo cinco de cada 10 ilícitos cometidos en el transporte de pasajeros son denunciados pues únicamente se dan a conocer aquellos en los que existen personas lesionadas, pues tras la experiencia traumática los pasajeros prefieren no denunciar haciendo imposible la persecución de un delito. Junto con la Procuraduría General de la República se busca la simplificación de trámites y que las denuncias sean presentadas en las propias terminales.
En lo que respecta al paradero de la ciudad de Puebla, Balderas Moyano afirmó que la Dirección de Tránsito Municipal nuevamente autorizó el ascenso y descenso de pasajeros en el parador de San Felipe Hueyotlipan, ubicado a unos metros de las autopistas México–Puebla y Puebla–Orizaba.
En este lugar subieron los asaltantes que el año pasado mataron a tres personas durante un robo; a pesar de lo anterior, el coordinador de Canapat informó que Tránsito Municipal autorizó la parada luego de que se comprobó que la existencia de esta provoca menos problemas, como congestionamiento y accidentes viales, que prohibiéndola.